El siglo del agua

Según advierten desde hace tiempo los analistas de política internacional, más que en el petróleo, los grandes conflictos del siglo XXI tendrán su origen en la posesión y administración de las reservas de agua dulce: un recurso natural precioso para la vida en el planeta. Y la Argentina, con sus vastos recursos hídricos, se encuentra precisamente en el ojo de la tormenta. Tanto los glaciares y cuencas de ríos patagónicos, el sistema de lagos, lagunas y esteros, así como las reservas subterráneas de acuíferos como el Puelche o el gigantesco Guaraní, configuran un claro objetivo en la estrategia de las corporaciones del agua y de las potencias necesitadas del vital elemento.

Así lo considera el sociólogo Atilio Boron, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLeD): «Los teóricos del Pentágono dicen que las grandes guerras del siglo XXI van a ser por el agua más que por el petróleo, porque el petróleo, tarde o temprano, se va a acabar, y la matriz energética de todas formas va a tener que cambiarse; el petróleo no es un bien infinito. La puja hoy es por el agua: lo dicen repetidos estudios de Defensa».