Antes de disparar, los lobos policiales escuchan a sus gobernantes y miran televisión

Tres policías toman por asalto a cuatro pibes que regresan de una práctica de fútbol en Barracas Central. Lucas González recibe dos balazos fulminantes. El cuerpo de Lucas se vuelca inerte sobre Julián, el conductor del auto, su “amiguito”. Los chicos piden auxilio a dos mujeres policías que encuentran a 200 metros. No los ayudan. Los arrestan.