Elecciones judiciales en México: Entre la democratización del sistema judicial y el riesgo de la captación del narcotráfico.

El próximo domingo 1 de junio se elegirán, por primera vez, a las personas que integrarán el Poder Judicial de México. Esta elección es resultado de las reformas constitucionales al Poder Judicial Federal (septiembre 2024) y de las subsiguientes reformas de los Poderes Judiciales locales.

Esta iniciativa revolucionaria tiene como único antecedente de implementación del voto popular para el Poder Judicial, la experiencia boliviana que desde 2011 elige a los integrantes titulares y suplentes de los cuatro tribunales nacionales de justicia.

¿Qué poder judicial para qué democracia?

El nombramiento por decreto y en comisión de dos integrantes de la Corte Suprema –uno de los cuales está en funciones– reaviva la pregunta por cuál es el rol del Poder Judicial en general y, en particular, sobre cuál debe ser su papel en momentos, como el actual, en el que el Poder Ejecutivo juega al límite con las reglas establecidas en la Constitución Nacional, con algunas decisiones que están en el borde y otras que ya lo traspasaron.

Cuando hay violencia policial, ¿a quién protege el poder judicial?

Desde hace ocho años el juzgado n° 59 de la justicia nacional y correccional tiene a su cargo investigar la represión policial del 8 de marzo de 2017. En junio de 2023, después de la presentación que hicimos dos querellas, llamó a indagatoria a 15 policías. Entre ellos, jefes que estaban a cargo de la Sala de Situación. Este 10 de diciembre el juzgado se declaró incompetente con argumentos que tenía disponibles desde la foja uno. Se pasan la pelota.

Crisis judicial

La reciente controversia motivada por la actuación del juez de la Corte Suprema Carlos Fayt marca cuestiones relevantes sobre el rol del Poder Judicial en la actual coyuntura. En primer lugar, expone una crisis de la Corte que se extiende al conjunto de uno de los tres poderes del Estado. Durante el menemismo, nuestro país soportó a un tribunal superior que se ganó la definición de Corte de los milagros y, además de las sospechas de corrupción, ineficiencia y falta de nivel jurídico, fue una expresión de esa época y funcional al proyecto del menemismo. Tiempos de entrega del patrimonio público, de desarticulación del Estado, de alineamiento incondicional con Estados Unidos. En suma, de todo lo que implicó el triunfo político, económico y cultural del neoliberalismo. La inesperada llegada del kirchnerismo significó un cambio político copernicano, inaugurando una nueva etapa histórica, de la que emergió una Corte Suprema respetable en términos jurídicos y éticos, de capacidad profesional, y con multiplicidad de orígenes ideológicos. De modo que ese poder estatal se amalgamaba a un proceso de cambios y transformaciones integrales en la Argentina.