El impacto en los países emergentes

La turbulencia no es sólo del peso argentino. En los últimos siete meses la presión del dólar sobre el valor de las monedas de América latina se ha disparado. En 2013 el real se depreció en un 12,96 por ciento, en Chile el peso cayó un 8,97, en Colombia un 8,63 y en Perú el sol disminuyó en un 9,21 por ciento. Esta tendencia se ha profundizado este año. El real, el peso mexicano y el sol peruano cayeron casi un 2 por ciento en lo que va de enero, mientras que la moneda de Chile, casi un 3 por ciento y la de Colombia, más del 3 por ciento. Mientras tanto el precio de los commodities está bajando en picada. Los metales acumulan una caída de 12 por ciento en los últimos 12 meses; el cobre, un 10 por ciento; la soja, un 22,3 por ciento. Página/12 analizó con el economista peruano Oscar Ugarteche, autor de La arquitectura financiera internacional, coordinador del Observatorio Latinoamericano y profesor del Instituto de Investigaciones Económicas de México, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la situación de la economía internacional.

El mito del modelo de la India

India es presentada como ejemplo de una estrategia alternativa de desarrollo donde el crecimiento económico en las primeras etapas está conducido por el sector de servicios antes que impulsado por la actividad manufacturera. La prensa internacional ha destacado el ejemplar desempeño económico, proyectando al país como una de las economías de mercado emergentes que se apoderarán de la economía mundial. Como es esperable en un proceso de desarrollo, el peso del sector agrícola en el PIB disminuyó a lo largo del tiempo. Sin embargo, el sector industrial no ha evidenciado un alza significativa en su participación. Por el contrario, los servicios emergieron como el factor que más contribuyó al crecimiento económico de India, especialmente desde los años ’90. La evidencia sugiere que, entre 1993 y 2007, más del 60 por ciento del crecimiento del PIB indio estuvo impulsado por el sector servicios. El creciente peso de esas actividades es parcialmente el resultado de un aumento meteórico de la exportación de servicios, fundamentalmente software y la tercerización de servicios de información y servicio técnico. Este desempeño estuvo directamente asociado con el proceso de relocalización productiva en el mundo desarrollado y la capacidad de India para suministrar trabajadores de habla inglesa a salarios relativamente bajos. La balanza comercial y la cuenta corriente india muestran déficit persistentes y depende de las divisas provenientes de las exportaciones de servicios, las remesas y el ingreso de capitales financieros para sostener esa situación.