Masivas marchas en Francia contra una nueva ley laboral
Un millón de personas, según los organizadores, y alrededor de 400.000, según la policía, protestaron ayer en las calles de Francia contra la aprobación de un polémico contrato laboral especial para jóvenes, con el que el gobierno dice que reducirá el desempleo.
Según el principal sindicato francés, la suma de manifestantes concentrados en cerca de 200 puntos diferentes del país superó el millón de personas (200.000 de ellas, en París).
"La convocatoria ha sido un éxito innegable, con una participación altísima de estudiantes", se felicitaron los líderes del sindicato, al considerar que la movilización fue mucho más importante que la registrada el pasado 7 de febrero, cuando se llevó a cabo otra jornada similar de protestas, que reunió a 400.000 personas.
Las manifestaciones de ayer tuvieron como objetivo impedir la aprobación definitiva del llamado Contrato de Primer Empleo (CPE), tal y como pretende el primer ministro Dominique de Villepin, en caída libre en los sondeos de popularidad.
Con esta medida laboral, el gobierno francés desea luchar contra el desempleo, que roza el 10% de la población activa. Sin embargo, según los sindicatos, sólo se conseguirá aumentar la precariedad laboral entre los jóvenes.
Una de las mayores críticas al proyecto es que el contrato laboral puede extenderse indefinidamente para los menores de 26 años y permite a los empleadores realizar despidos sin explicaciones ni indemnizaciones, por un período de dos años.
Gran oposición
En este momento, casi un 60% de la población francesa se opone a este contrato, as en la manga del gobierno para favorecer la creación de puestos de trabajo y terminar con el drama del desempleo, que afecta a un cuarto de los jóvenes del país.
Debido a este CPE y a otros problemas de gestión, Villepin perdió en pocas semanas 15 puntos porcentuales en los sondeos y sólo cuenta actualmente con un 37% de opiniones favorables.
"Respeto las inquietudes y los miedos que se expresan en nuestro país", declaró Villepin ayer, antes de advertir que no dará marcha atrás con el proyecto de CPE, ya que la situación actual no permite actitudes "de parálisis".
El secretario general del Partido Socialista, François Hollande, le pidió, sin embargo, que "escuche el mensaje que le dirigen los jóvenes". "Si el gobierno se obstina en usar la fuerza para que sus medidas políticas se aprueben, habrá otras movilizaciones, habrá otros 7 de marzo", declaró.
Paralelamente a las manifestaciones, diversos aeropuertos franceses y transportes públicos funcionaron con problemas. En las escuelas públicas había hasta un 15% del personal en huelga, según el ministerio de la Educación.
Fuente: La Nación