Niger: Gobierno de la Junta

Es típico de Occidente que se las arregle para hacer suyos los problemas de los demás. En el Sahel, puede tener alguna excusa. Esta región tan periférica, que hasta hace una década sólo preocupaba a los trabajadores humanitarios y a los departamentos menores de las organizaciones de ayuda, se ha convertido rápidamente en el centro de las preocupaciones occidentales. Primero fue la migración, luego el terrorismo, ahora Rusia; de hecho, los tres juntos en este momento.

El nuevo imperialismo de las élites económicas

 

Hace unos años, y de forma paralela a la crisis que sufrieron los planteamientos más tradicionales de la izquierda clásica tras la desaparición del llamado bloque soviético, el término imperialismo cayó en desuso hasta su casi desaparición del lenguaje político y quedó relegado a los libros de historia. No era moderno hablar de imperialismo, como casi tampoco lo era declararse de izquierdas y si, a lo sumo, progresista. Sin embargo, el mundo sigue dando vueltas y el afianzamiento del neoliberalismo y de sus consecuencias más duras, traducidas en el dominio de los mercados y de las élites económicas sobre la vida de los estados y pueblos, vuelve a poner sobre la mesa este término.

Ojo que avanza Estados Unidos

Ni Mauricio Macri ni Susana Malcorra lo negaron. El Presidente dijo que avanzar en un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos “es un proceso que va a tardar, que va a ir más lento”. La canciller explicó que la Argentina no puede llegar sola a un acuerdo de ese tipo, sino como parte del Mercosur, pero agregó que “el bloque como tal podría avanzar, y son cosas que se están conversando”.

Queda claro que la intención del nuevo gobierno es retomar la orientación política que fue abandonada en la recordada Cumbre de las Américas que tuvo lugar en Mar del Plata a fines del 2005, cuando Néstor Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez desactivaron el proyecto de creación del Área de Libre Comercio Americana (ALCA).