“EL CAMPO” y los “OTROS CAMPOS” en Argentina. ¿Qué quieren y para qué?

Lo agrario y lo rural es mucho más que la producción y exportación de algunos granos, como nos quieren hacer creer los grandes medios de comunicación y sus anunciantes; tiene que ver con la tierra, el agua y el trabajo, con nuestros alimentos y salud, con nuestra vida presente y futura. Por eso consideramos una obligación de la Universidad Pública contribuir a una mejor comprensión de lo que sucede en el agro, sus consecuencias, sus causas y los temas a enfrentar.

La soja en Argentina (1990-2013): cambios en la cadena de valor y nueva articulación de los actores sociales

 

La actividad agropecuaria pampeana y extra-pampeana vive desde hace dos décadas cambios estructurales que permitieron aumentar la producción de granos, y conseguir de esa manera excedentes exportables en un contexto de precios internacionales elevados. Esto permitió mejorar el ingreso de divisas al país y alejar, momentaneamente, la restricción externa, fenómeno históricamente muy ligado a los deteriorios de los términos de intercambio.

Hacia una agencia mixta de exportación de granos

En 2013, el 93% de la venta de cereales al exterior fue realizado por una decena de empresas, la mayoría transnacionales. Tienen miles de hectáreas sembradas, centros de acopio, molinos harineros, plantas aceiteras y puertos propios. El Gobierno estima que hay 8.000.000 de toneladas retenidas por estas firmas. Este escenario hace imprescindible retomar caminos ya experimentados en la Argentina para regular el comercio de cereales y oleaginosas. Canadá, Australia y la Unión Europea tienen agencias públicas o mixtas que procuran evitar desigualdades.

Gurúes y amplificación de las tensiones

En la columna del domingo pasado abordé el tema de la restricción externa, refiriéndome principalmente a las tensiones que se generan en el saldo del comercio de mercancías. Pero también se generan otras tensiones importantes, que impactan sobre las reservas internacionales, como son la menor liquidación de granos, el cada vez más alto déficit de turismo y viajes, y la reducción de la prefinanciación de exportaciones e importaciones en dólares, que desde hace un tiempo comenzó a realizarse en pesos, sin ingresar divisas del exterior.

En el caso de la soja se han lanzado estimaciones que llegan a los 16 millones de toneladas por vender. No es un número menor, ya que de confirmarse esta proyección, a los precios actuales se estaría hablando de un valor cercano a los U$S 7400 millones, la quinta parte del stock actual de reservas.