Estados Unidos, cambios y mitos

Jorge Molinero* (Especial para sitio IADE-RE) | El asalto al edificio del Congreso norteamericano el 6 de enero ha conmovido profundamente a Estados Unidos. Las manifestaciones que precedieron la toma fueron alentadas por las declaraciones de Donald Trump. Una fracción de esa manifestación, ante la pasividad de las fuerzas del orden, tomó sus instalaciones buscando evitar la proclamación de Biden como ganador.

La mayoría demócrata se paralizó de estupor y angustia frente al pisoteo de los símbolos de su sistema político, los destrozos y los muertos. La intensa minoría republicana sigue pensando que le han robado la elección. Mal comienzo para el gris y “políticamente correcto” Joe Biden.

Mientras Trump es la personificación del mal para la prensa hegemónica norteamericana, Mark Zuckerberg (Facebook) y Jack Dorsey (Twitter), erigidos en árbitros políticos, lo borraron de Twitter, Facebook e Instagram. Biden se propone dejar atrás los años de Trump, retomando el civilizado balance de poderes que prevé la constitución norteamericana, diseñada para que ningún “populismo” pueda alterar las políticas fundantes que soportan el “destino manifiesto” de ese país para conducir el mundo.

Los medios, en mezcla difícil de discernir, suman las órdenes ejecutivas (decretos) firmadas con las que suponen van a emitir. Es claro el intento de blindar al nuevo presidente y marcar un antes y un después del vituperado Trump.

Las primeras directivas incluyen políticas tanto internas como internacionales. Entre las primeras destacan los cambios en el tratamiento del Covid, con el nombramiento de un coordinador nacional, la obligación de usar mascarilla “al menos por 100 días” en los edificios públicos, mantener las restricciones que Trump había descartado sobre el ingreso de extranjeros por la pandemia, entre otras. Mientras la vacunación avanza los casos diarios retroceden, dentro de valores aún muy elevados.

En lo social apunta a eliminar el “racismo sistémico” (contra afroamericanos, hispanos, asiáticos, pueblos originarios) y la discriminación por orientación sexual, aquellos sectores que con su voto le permitieron ganar ajustadamente la elección. 

En el campo económico se destaca la prórroga de la prohibición de desalojos de inquilinos y la ejecución de hipotecas de viviendas, y amplía la pausa en el pago de intereses de los préstamos estudiantiles.

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* Sociólogo (UBA 1967) y Economista Político (UBA 1970). Ex Profesor de Historia Económica (FCE UBA) / 13-01-2021.

 

12 de febrero de 2021

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