Informe de coyuntura Nº 25

 

Es indiscutible que la economía argentina experimentó una reactivación durante 2017 que se constata tanto en el leve crecimiento del PIB en el primer semestre de 2017 (1,6%) como en la aceleración del nivel de actividad en julio y agosto (superior al 4% interanual). Sin embargo, tal reactivación implica que el PIB apenas alcanza el nivel de 2015 y se apoya en sustentos débiles en la medida en que no parecen concordar con las prioridades de la política económica. De allí que la perspectiva de continuidad del crecimiento es, al menos, dudosa.

“Inflación inercial”

¿Qué evaluación hace sobre la dinámica de precios actual?

–Es necesario bajar los niveles de inflación. En primer lugar hay que aclarar que la inflación que tenemos ahora no tiene nada que ver con los registros históricos. Nosotros tuvimos el siglo pasado el record mundial de inflación como consecuencia de la inestabilidad institucional y los desórdenes macroeconómicos. Esos dos factores no existen en la actualidad. Lo que hay es básicamente una inflación inercial. La sociedad incorporó la idea de que los precios suben el 20 por ciento y sobre ese nivel se discute la distribución del ingreso. Eso da ajustes de salarios promedio del 25 por ciento que llevan la inflación a niveles semejantes. Por eso una mesa de diálogo continúa en el marco de señales contundentes que puede contribuir para desactivar la inflación inercial. No hay riesgos de desborde hiperinflacionario.