Del milagro al fiasco: una empresa trucha sacude a la Bolsa de Madrid

Juan Carlos Algañaraz
"Rodríguez –quien no había invertido nada en Gowex, pero odia a García lo mismo– imprimió el texto de la misiva de Mr. Gowex. Y no puede dejar de leerla. Empieza así: “Hola, estoy seguro de que todos habéis quedado altamente decepcionados con mi comportamiento y no es para menos”. Y continúa: “Sé que ahora carezco de la credibilidad necesaria para poder comentar las cosas que voy a transmitir aquí, pero no me distingo por conformarme con lo que otros piensan y por ello me atrevo a hablaros de esta forma. Quiero transmitiros mi desolación por lo que ha sucedido y quiero que sepáis que siempre os excluiré de cualquier tipo de relación con los hechos negativos de esta situación. No faltaba más”. Y sigue: “Quiero que sepáis que os agradezco vuestro trabajo y profesionalidad y que sepáis que sois una gente extraordinaria y que nadie en el mundo ha pasado por una experiencia laboral y humana como la que estáis pasando y vais a pasar. Yo no me iría de Gowex por nada del mundo, dado que va a forjar el carácter y personalidad de los que decidan realizar la travesía”. Y cierra: “Ahora, para despedirme quiero mostraros uno de mis poemas favoritos. Desde que perdí a mi familia, siempre... siempre he buscado un apoyo y este poema nunca... nunca me ha fallado”. Y García copy y paste el texto completo del poema “If” de Rudyard Kipling. Ese que arranca con un “Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor, han perdido la suya y te culpan de ello...”." Rodrigo Fresán. [size=xx-small](Fragmento publicado en "Homo Odio - Página/12 - 15 de julio de 2014)[/size]

Una convulsión considerable e inesperada se produce en la Bolsa madrileña provocada por el colapso de la "exitosa" empresa Gowex estrella del Mercado Alternativo Bursátil, para las Pequeñas y Medianas Empresas. Una firma que, mientras se autofestejaba, sumaba deudas por 30 milllones de euros.

Las acciones de Gowex, siempre puestas como ejemplo del éxito empresarial, no valen nada este lunes y varias de las mayores empresas de este parquet ven caer en picado sus títulos y quieren abandonar este mercado.

La "estrella" de Gowex fue puesta como ejemplo de innovación y buena gestión por el gobierno, que le facilitó cuantiosas ayudas. La comunidad de Madrid la tenía por una empresa modélica.

Su titular es Jenaro García Martín, colmado de premios, alabado sin cesar, ya ubicado para iniciar grandes negocios en Estados Unidos.

Jenaro había descubierto que el sistema Wi Fi, es el agua de Internet. Así que emprendió la instalación de conexiones gratuitas inalámbricas en espacios públicos, calles, estaciones de ferrocarril, autobuses y aeropuertos, quioscos y otros ámbitos.

Las acciones de Gowex subieron sin parar hasta llegar hace pocos días a valer un total de 1.400 millones de dólares, hoy reducido a cero.

¿Qué paso con los triunfales informes económicos, el curriculum brillante rebosando de éxitos académicos y multitud de premisos, todos truchos, que exhibía Jenaro a troche y moche? El informe de la auditoría Gotham fue claro: todo era falso.

El empresario, puesto como "ejemplo a imitar", confesó al juez que había falsificado las cuentas de la empresa los últimos cuatro años para inflar los resultados.

La burbuja Gowex explotó, una especialidad española, y arruinó a 5 mil de pequeños inversores que han perdido hasta el último céntimo. Jenaro había colocado 27 millones de acciones en la Bolsa convertidos hoy en papel mojado.

La Fiscalía Anticorrupción investiga al joven empresario por el delito de abuso de mercado por facilitar información falsa a los inversores, lo que conlleva una sanción penal de 4 años de cárcel. Tiene deudas por casi 30 millones de euros, de los cuales 23 millones es a proveedores.

Ha contado con el apoyo sostenido del gobierno y la comunidad de Madrid encantados con este joven empresario que demostraba el camino trazado por el Partido Popular, como no, de superar la crisis con innovación y fé en el capitalismo. El Instituto de Crédito Oficial le acordó una línea de créditos por casi 9 millones de euros. La alcaldía de Madrid le dio generosos contratos.

¿Cómo es posible que Jenaro se haya saltados los más elementales controles bursátiles? ¿Cómo no se auditaron sus falsos informes sobre una prosperidad totalmente falsa? ¿En qué se basaban los "expertos" del Instituto de Crédito Oficial para entregarle a Jenaro 9 millones de euros con miles de pequeñas y medianas empresas desesperadas por una financiación que no les llega?

Clarín - 7 de julio de 2014

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