Empresas y dictadura

Los primeros rastros de la responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad son identificables en los inicios del proceso de memoria, verdad y justicia: la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y el Juicio a las Juntas registraron testimonios de trabajadores que habían protagonizado conflictos laborales y que señalaron la responsabilidad de dueños y directivos de las empresas en sus secuestros.

Blaquier: el guardián del horror

El 8 de agosto aún no terminaba de clarear y el anciano ya estaba en el tercer piso del Consejo de la Magistratura, sobre la céntrica calle Libertad. Había llegado con anticipación para eludir la jauría movileros. Su estampa guardaba cierta semejanza con la del simpático Mister Magoo. No era otro que el empresario Carlos Pedro Blaquier. Le escoltaban tres abogados, dos hijos, un médico y el jefe de prensa del Ingenio Ledesma. Es que el Zar del Azúcar estaba a punto de ser indagado –a través de una videoconferencia enlazada con el despacho del juez federal Fernando Poviña, en Jujuy– por algunas situaciones ocurridas durante la última dictadura. Los cargos en su contra: violación de domicilio, privación ilegal de la libertad, tormentos seguidos de muerte a 35 víctimas de la llamada Noche del Apagón, además de otros seis homicidios. Blaquier lucía indiferente. A las nueve, se abrió la conexión con San Salvador de Jujuy.

Esperando a Blaquier en Ledesma

Las vinculaciones políticas, económicas y judiciales que permitieron al empresario huir a Europa para esquivar a la Justicia. El primer juicio por violaciones a los DD.HH. en Jujuy comenzará en julio, con cuatro ex militares acusados.

"Nosotros somos la principal garantía para que Carlos Pedro Blaquier comparezca ante el juez. Esperamos 36 años para que se haga justicia y no vamos a ser tan tontos como para malograr esta oportunidad generando disturbios o agrediéndolo." Con estas palabras indignadas Hugo Condorí, el único sobreviviente de los dirigentes gremiales de la empresa Ledesma secuestrados en vísperas del golpe de marzo de 1976, responde en Miradas al Sur a las palabras de Horacio Aguilar, el abogado defensor de Blaquier, que sostuvo que su defendido se presentaría ante el juez “sólo cuando estén dadas las condiciones de seguridad”. Mientras el empresario está de viaje por Europa, organizaciones sociales y de derechos humanos siguen movilizándose y reclamando en Jujuy su detención, para que sea investigado a raíz de su complicidad en torturas, desapariciones y asesinatos de obreros en el ingenio Ledesma durante la última dictadura militar. Para Aguilar, esas manifestaciones populares son una muestra de las escasas condiciones de seguridad para su defendido.