Bye bye al Tercer Mundo

Ahora que la filial argentina del Citibank ingresó plenamente en terreno de conflicto con las autoridades regulatorias argentinas, no son pocos los que recordaron que la estrategia a nivel internacional de la entidad es la de retirarse de aquellos países en los que la actividad de banca minorista le resulta menos rentable y “concentrarse” (un eufemismo que reemplaza a la figura de un “brutal ajuste global”) en los mercados o países no sólo con mayor peso económico y financiero, sino además en los que el Citi pueda hacer valer en mayor medida su influencia para expandirse sobre la competencia. Eso explica, por ejemplo, por qué decide seguir en México, pese a los variados escándalos que han dañado su buen nombre y sus resultados, y resuelve vender sus negocios en Japón, en donde opera desde 1903. ¿En qué lista estará Argentina dentro de esta estrategia?

El pacto Citi-Singer

La filial Nueva York del Banco Nación consulta a un juez de primera instancia, del fuero contencioso administrativo de la Ciudad de Buenos Aires, si tiene que cumplir con el contrato que lo obliga a girar unos pocos dólares aplicables a unos pagos correspondientes a bonistas estadounidenses ajenos a un juicio entre un sujeto público estadounidense con un fondo de inversión argentino con estrategias extorsivas para cobrar. Y el juez a veces la autoriza y en otras no, pero al final sí.

Sin la RUFO

Rights Upon Future Offers es el nombre completo de la que tal vez haya sido la sigla más mencionada en la economía argentina durante 2014, la RUFO, cuya traducción castellana significa “derechos sobre mejor oferta futura”. Se trata, en efecto, del derecho que tenían los bonistas que aceptaron la reestructuración de la deuda –caída en cesación de pagos en 2001– a reclamar por una compensación en caso de que el país hiciera una mejor oferta de reestructuración a otro grupo de bonistas.