El PBI no nos cuenta nada fiable acerca de la calidad de vida

Luego de décadas de discusión sobre las ventajas y desventajas de dos pensamientos económicos que dividieron al mundo en el siglo XX, hace tres años nació en Austria una corriente que propone un nuevo modelo, que se ubica a mitad de camino entre el comunismo y el capitalismo, y que pugna por desplazar a este último del centro de la escena: se trata de la economía de los bienes comunes.

Las semillas en el centro de las disputas

Las semillas poseen un carácter central en las relaciones de producción agrarias como primer eslabón de la cadena alimentaria, pero también en tanto la relación que hombres y mujeres encaran con las semillas está relacionada con sus construcciones culturales, la forma en que entienden y se entiende en la naturaleza. Históricamente fueron consideradas bienes comunes, ya que desde el surgimiento de la agricultura, las comunidades campesinas e indígenas han recolectado, almacenado, conservado e intercambiado libremente las semillas, manteniendo el control de las mismas.