El acuerdo con la Alianza del Pacífico y los intereses en juego

El Mercosur es un mecanismo abierto a relacionarse con todos los bloques económicos y comerciales del mundo de manera que no hay ningún tipo de contradicción”, dijo el canciller venezolano Elías Jaua a los periodistas, al ser consultado el pasado lunes 28 sobre la confluencia con la Alianza del Pacífico. “Sin embargo, la resolución más importante de esta cumbre (…) es crear ya los mecanismos para promover la constitución del espacio económico y complementario con el Caribe”, agregó Jaua, al concluir la reunión de cancilleres preparatoria a la cumbre en Caracas.

“Hoy la lucha es contra el capital”

En la primera cumbre sin Hugo Chávez, con la presencia del presidente nicaragüense Daniel Ortega y su par venezolano Nicolás Maduro, el mandatario ecuatoriano reafirmó la necesidad de consolidar la alianza regional

Los líderes del ALBA, grupo que reúne a países críticos de Washington, buscan recobrar fuerza tras la muerte de Hugo Chávez con una cumbre ayer en Guayaquil, donde discuten acciones contra el “imperio del capital” y el espionaje de Estados Unidos. El ALBA “es antiimperialista, pero el imperio que domina al mundo, incluso a países hegemónicos, es el imperio del capital. Esta es la nueva lucha antiimperialista”, declaró el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en la apertura de la cumbre.

El ALBA hacia una zona libre de miseria

Con la Declaración del ALBA desde el Pacífico concluyó la XII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio entre los Pueblos (ALBA-TCP), realizada en Guayaquil, Ecuador, el 30 de julio, en la cual se formalizó el ingreso de Santa Lucía como nuevo miembro de este proceso integracionista y se convino “convertir a nuestros países, no ya en zonas de libre comercio, sino en zonas libres de hambre, analfabetismo, miseria y marginación”.

Un congreso por la integración

En el Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE), que se realizó en Montevideo, las delegaciones se pronunciaron en solidaridad con el movimiento estudiantil chileno y respaldaron a Unasur, Mercosur y ALBA, donde quieren intervenir.

Más de cinco mil universitarios de la región participaron del Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE), realizado en Montevideo, Uruguay. Dos declaraciones centrales acordaron: la defensa del movimiento estudiantil chileno, en solidaridad con su búsqueda de educación pública y gratuita, y el respaldo a la Unasur, el Mercosur y el ALBA, como formas de integración regional de las que los estudiantes no quieren quedar afuera. Los miles de alumnos convocados debatieron acerca del rol del movimiento estudiantil, la función de la extensión, la investigación, las medidas económicas regionales, la defensa del agua y los recursos naturales, los medios de comunicación, la criminalización de los estudiantes, los proyectos de despenalización del consumo de marihuana, la problemática de género y la despenalización del aborto, entre otros temas.

Realizado por primera vez en el Cono Sur, el CLAE es el mayor encuentro de estudiantes latinoamericanos. Lo convocó la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), que nuclea a gran parte de las federaciones estudiantiles de la región y que acaba de cumplir 45 años. El presidente de Uruguay, Pepe Mujica, estuvo presente en la inauguración del encuentro, el miércoles 10. “El gobierno uruguayo acompañó la actividad en todo momento, desde lo programático hasta las resoluciones políticas”, contó el presidente de la FUA, Federico Miranda (Franja Morada).

Para Miranda, el congreso estuvo signado, en primer lugar, por la “convulsión de los integrantes chilenos”, de modo que en gran medida la consigna giró en torno de la educación pública gratuita en América latina. “La Oclae es una herramienta para las organizaciones universitarias –dijo Miranda–, allí se discute la necesidad de construir un movimiento estudiantil, pero alejado de visiones despóticas”, señaló después.

La declaración final del congreso, entre otras cosas, destacó que “la educación pública es un derecho humano fundamental y, por lo tanto, un deber incondicional del Estado en financiarlo y reglamentarlo”. Otro párrafo apuntó: “Es indispensable que los procesos de integración como la Unasur, Mercosur, Celac y ALBA fortalezcan todos los aspectos que hacen a la unidad de nuestros pueblos como la educación, la salud y la cultura, para reforzar, así, una identidad latinoamericana”. Además, se ratificó la conducción argentina de la Secretaría de Extensión de la Oclae.

“Lo que se vio fueron los distintos momentos políticos que atraviesan nuestros países –dijo a Página/12 la secretaria de Relaciones Internacionales y Asuntos Latinomericanos de la FUA, Verónica Sforzin (Miles)–. Chile fue muy claro, si bien sus delegaciones eran diversas, todas compartían el plan de lucha en contra de las políticas privatizadoras. Y saben que para lograrlo es necesaria la unidad.

Están viviendo un proceso de politización, con mucha información. En Bolivia, en cambio, noté posiciones encontradas. En Paraguay se ponen afuera de los conflictos y así dejan afuera la participación política. En los países de América Central la problemática pasa por su dependencia con Estados Unidos. Mientras que en Argentina, Venezuela y Brasil estamos en otro momento. Nuestro objetivo era dejar nuestro diagnóstico: el aumento del PBI, la creación de universidades, el Plan Raíces y la vuelta de los científicos, el nuevo Ministerio de Ciencia”, enumeró Sforzin. Y agregó: “Lo que pudo entenderse, finalmente, es que hay que aprender a avanzar con propuestas. En este sentido, la Unasur es la herramienta a fortalecer”.

“Más allá de las resoluciones del encuentro, que luego pierden continuidad, el congreso fue rico como punto de contacto entre las distintas federaciones estudiantiles, por el intercambio de visiones que se dieron”, consideró la vicepresidenta de la FUBA, Agustina Eroles (Movimiento Sur): “La cuestión del financiamiento universitario fue central, por el tema de Chile, pero también por la situación de otros países, en nuestro caso con la ley (de Educación Superior) menemista”.

El secretario de Integración Latinoamericana de la FUBA, Juan Manuel Karg (La Mella), también estuvo allí: “Además del tema central de Chile, el congreso dejó una perspectiva de debate abierto sobre qué proceso de integración debe tener América latina. Las delegaciones venezolana y cubana le dieron un fuerte apoyo al ALBA, y también hubo pronunciamientos a favor del Mercosur. Nos parece saludable que el movimiento estudiantil intervenga, debata y piense a América latina. En muchas oportunidades se nos quiso enseñar a partir de visiones extranjeras, hoy la situación es distinta y la idea es avanzar en políticas de integración regional”.