Shock ortodoxo y depreflación

El día después del triunfo en el balotaje, Javier Milei comenzó a dar un giro discursivo en sus propuestas, confirmando la validez del teorema de Baglini: cuánto más lejos se está del poder, más extremas pueden ser las propuestas, y viceversa. La dolarización, enunciada hasta el hartazgo en cada una de las entrevistas del Milei candidato, ya fue descartada para implementar en el corto plazo.

El supuesto ajuste ortodoxo del gobierno, en el sueño de la derecha

Desde los sectores del pensamiento neoliberal se intenta indicar que este gobierno ha abandonado su proyecto y ha cambiado el rumbo, aplicando un ajuste ortodoxo, argumento con el cual discrepo totalmente. El rumbo elegido ha sido la recuperación del rol del Estado, con nuevos sentidos y acciones concretas: estatización de Aerolíneas, YPF, del sistema jubilatorio y reforma a la Carta Orgánica del Banco Central, entre otras. En esencia, desandar el camino desregulador y privatizador de los noventa, ese es el rumbo que se mantiene. Pero esta orientación genera inevitablemente tensiones, porque se afectan intereses.

Respecto a las decisiones cambiarias, creo que el gobierno tomó conciencia de que existía un real problema y buscó caminos para resolverlo. Primero incrementando diariamente el valor del dólar, proceso que generó mayores expectativas devaluatorias.