FMI y Christine Lagarde: ¡Basta ya!

Christine Lagarde, directora general del FMI realizó unas declaraciones sobre Grecia y África que exigen algunas puntualizaciones. Hace treinta años, estallaba la crisis de la deuda del Tercer mundo. Empujados a endeudarse y a exportar cada vez más, los países del Sur sufrían en carne propia la fuerte alza de los tipos de interés y el derrumbe de los precios de las materias primas orquestado por los medios financieros internacionales. Por supuesto la corrupción, el autoritarismo y la megalomanía de algunos dirigentes de esos países exacerbaron las crisis, pero no las habían provocado. El continente africano fue especialmente golpeado, las condiciones de vida se deterioraron y los indicadores sociales son todavía alarmantes. Los servicios públicos de salud y educación, entre otros, fueron rebajados por las exigencias de los acreedores con la música de fondo del FMI. Interrogada sobre Grecia, Christine Lagarde declaró al diario británico The Guardian: «Pienso más en los pequeños alumnos de una escuela de una aldea de Níger que sólo tienen dos horas de clase por día, que comparten entre tres una silla y que tienen sed de aprender»[1]. Christine Lagarde no precisó que Níger ha estado sometido a las exigencias del FMI durante más de 25 años. No puede ignorar que la responsabilidad de que los niños y niñas de Níger no tengan acceso a una escolaridad normal recae en su mayor parte en el FMI.