Informe sobre el comercio y el desarrollo

La economía mundial, que sigue sufriendo las secuelas de la crisis financiera que comenzó a finales de 2007 y del colapso de septiembre de 2008, no ha logrado recrear las condiciones de crecimiento del decenio precedente. Esas condiciones habían sido particularmente favorables al progreso económico y social del mundo en desarrollo y generaron una dinámica que contribuyó, especialmente en algunos de los países en desarrollo más grandes, a reavivar la recuperación de la economía mundial una vez que pasó lo peor de la crisis. Ahora, en cambio, esos países están perdiendo impulso y los riesgos de recaída de la economía mundial aumentan de nuevo.

El problema más inmediato es la incapacidad de los países desarrollados de recobrar una pauta de crecimiento normal, pero también existe un problema de contagio igualmente grave. La fragilidad de la recuperación de esos países, un sector financiero que sigue sin reformarse (y sin asumir sus errores) y unas políticas macroeconómicas tímidas, en el mejor de los casos, o contraproducentes, en el peor, harán que resulte muy difícil para los países en desarrollo mantener su propia dinámica de crecimiento, para no hablar de la economía mundial.