¿Es Mario Vargas Llosa liberal?

En principio, me desilusionó. Después de tanta bulla mediática, que aprovechó un desacuerdo inicial raudamente cicatrizado por nuestra Presidenta, Mario Vargas Llosa habló al fin en la mal llamada Feria del Libro (que debería ser en realidad Feria del Negocio del Libro). Y lo hizo sin limitación alguna, ante un público que dispuso no de una sino de dos salas, todo el acto (que cerró un largo monólogo disfrazado de entrevista) fue transmitido íntegro por televisión, los medios adictos lo arroparon como siempre, y hasta Página/12 le dedicó la tapa y un reportaje en sus tres primeras páginas.

Hood Robin o los populistas del mercado

Si Moisés bajó del Monte Sinaí trayendo las tablas de la ley, al menos no se creía su autor, se las atribuía a una autoridad divina. En cambio, el economista austríaco Friedrich von Hayek siguió un camino inverso cuando organizó desde 1947 reuniones anuales de economistas y empresarios a los pies del Mont Pelerin, en Suiza.

Era un nuevo credo que no provenía de un dios sino de un hombre, aunque muchos veían en él al dios del mercado y del individualismo. Uno que proclama el triunfo del derecho de propiedad sobre el de comer y tener una vida digna, o que señala que para mantener una sociedad libre sólo basta con establecer reglas de “justa conducta” impuestas a todos los ciudadanos por igual, aunque predominen las desigualdades.