“No nos reconocemos como trabajadores esclavos”

Cuando el calor del fuego que encendió el taller de Páez 2796 aún calentaba el hormigón del edificio, cientos de vecinos, organizaciones y sindicatos participaron de una asamblea en Flores para analizar la situación de los trabajadores textiles del barrio. El de aquella noche fue el primero de una serie de encuentros que convocan a diversos actores sociales, imantados por la tragedia que provocó la muerte de dos niños de 10 y 7 años que vivían junto a su familia en uno de los miles de talleres textiles porteños.