La única verdad es la muerte

Alguna vez, hace ya mucho tiempo pero ante otra situación bélica, escribí que más allá de los argumentos, válidos o no, de las explicaciones, que en la mayoría de los casos se parecen más a excusas o pretextos que a razones surgidas de la inteligencia humana, la única verdad es la muerte. Esto es lo que ocurre en estos días en la Franja de Gaza. Y a ello podría agregarse, con la misma fuerza y las mismas evidencias, el episodio reciente que terminó con el derribo de un avión comercial en Ucrania. Al margen de las palabras, la muerte de seres humanos inocentes es la verdad terrible y acusadora que nos pega en la cara como sociedad, como comunidad humana, como civilización.