China, Estados Unidos, Brasil y Argentina

La disputa entre Estados Unidos y China es mucho más que una simple controversia comercial, por eso la firma de una tregua temporal entre ambas naciones trae la buena noticia de haber detenido momentáneamente la probabilidad de una recesión de la economía mundial o, en su defecto, retrasar del colapso de los mercados bursátiles. La mala noticia para los optimistas es que la rivalidad es estratégica, ya que gira en torno a la hegemónica mundial, lo que sugiere que cualquier acuerdo será pasajero.

El papel central de un país clave

-¿Qué balance cabría hacer del mandato de Hu Jintao?
-Cualitativamente, ofrece un panorama mucho más equilibrado de la reforma china. Ha incorporado a la agenda algunas variables antes prácticamente ausentes. Hablamos de lo social, de lo ambiental, de lo tecnológico, del poder blando, de lo civilizatorio, etc; incluso de la reforma política, si bien a un ritmo mucho menos intenso y priorizando la institucionalidad, o en las relaciones con Taiwán, que han experimentado un cambio radical.