Malvinas: no puede defender la patria quien vulnera los derechos de su pueblo

Sin Soberanía Popular es imposible la Soberanía Nacional. No puede defender a la Patria quien vulnera los derechos de su Pueblo. Esos son, me parece, los conceptos fundantes del mensaje pronunciado el pasado martes por la Presidenta de la Nación al Pueblo de la Patria, ante un auditorio representativo de todas sus vertientes. No hay Patria sin Pueblo, nos dice la Presidenta, y ésta no es simplemente una expresión retórica sino una verdad asentada en la historia y renovada permanentemente.

Al insistir en esa verdad, la Presidenta coloca la “cuestión Malvinas” en su correcta perspectiva: la relación causal entre el modo en que el operativo militar se llevó a cabo y sus secuelas que se arrastran hasta hoy, y la calidad política y moral de la dirigencia cívico-militar que la ejecutó. La subordinación de una reivindicación nacional a las urgencias impuestas a la dictadura por una coyuntura política. La publicación del “Informe Rattenbach” habrá de hacer de conocimiento público el desmanejo estratégico, logístico y operativo de la aventura militar; el contraste entre la irresponsabilidad de los mandos y el heroísmo de unas tropas que, a pesar de carecer de entrenamiento, pertrechos, suministros y –sobre todo- conducción adecuada, cumplieron con valor y con honor su deber en la historia.