Radiografía de la pampa

Horacio Verbitsky*

Tanto el gobierno como la Federación Agraria y algunos partidos de la oposición han puesto el acento en los denominados pools de siembra, a los que consideran el actor central en la situación que a partir del 11 de marzo hizo eclosión virulenta. Para la presidente CFK detrás de los pequeños productores se encuentran los pools sojeros, que dada la crisis bancaria internacional canalizan hacia el mundo agrícola capitales financieros que distorsionan sus precios. Ella en Roma y Néstor Kirchner en Buenos Aires dijeron que a través de estas formas de organización de la producción es posible obtener una ganancia de 30 por ciento sobre el capital invertido en seis meses. Al anunciar la modificación a la escala móvil de retenciones, el jefe de gabinete Alberto Fernández dijo que los grandes pools sojeros estaban detrás del conflicto. Para Eduardo Buzzi, los pools de siembra serán los únicos beneficiarios de las medidas dispuestas por el gobierno nacional. También el Grupo de Reflexión Rural entiende que a través de esos fideicomisos financieros se impone el nuevo modelo colonial, de agronegocios globalizados, y advierte que se avecina la incorporación de capitales globales que elevarán las escalas de producción y dejarán a muchos propietarios fuera del tablero. Aun cuando haya aspectos veraces en algunas de estas afirmaciones, todo esto es parte de un equívoco que dificulta apreciar las relaciones de poder que están en juego.

Más del 80 por ciento

El cuadro 1 muestra que la región pampeana, formada por las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, La Pampa, Córdoba y Entre Ríos, ocupa casi el 40 por ciento de los 175 millones de hectáreas de superficie utilizada en el país. Pero en esa superficie se concentra el 70 por ciento del stock ganadero de la Argentina y más del 80 por ciento de la superficie agrícola cultivada.

El Censo Agropecuario 2002 no explicita cómo se distribuye la producción obtenida en esa superficie, pero como las mejores tierras son las de la región pampeana no es aventurado deducir que su participación porcentual es aun mayor que la superficie sembrada. Es decir que más del 81,5 por ciento de la producción agrícola proviene de esas cinco provincias, cuna de la tradicional oligarquía argentina.*

Los Reyes Magos son los padres

Un estudio en curso del área de Economía y Tecnología de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) afirma que pese a los profundos cambios de la última década en los cultivos (la introducción en 1996 de las semillas transgénicas, el sistema de la siembra directa y el consiguiente corrimiento de la frontera agropecuaria hacia regiones que hasta entonces no se cultivaban), no se modificó el predominio abrumador del agro pampeano y de la clase propietaria implantada en él. Una primera constatación de fondo es que la sojización y la irrupción de los agronegocios no alteró la estructura de tenencia de la tierra.

Como se aprecia en el cuadro 2 en 1988 los propietarios de la región pampeana explotaban, en forma directa o indirecta, el 90 por ciento de la tierra cultivada. En 2002 ese porcentaje apenas disminuyó al 86,4 por ciento. Esta situación se refuerza si se tiene en cuenta que los arrendamientos (forma de tenencia fundamental que utilizan los pools de siembra y los Fondos de Inversión Agrícola) aumentaron en forma modesta (del 5,1 al 8 por ciento entre 1988 y 2002).

Más aun, si se desagregan los componentes de esta significativa estabilidad, se advierten en los tres lustros que separan ambos censos modificaciones relevantes que incrementaron el protagonismo tradicional de los propietarios en el agro pampeano. Mientras descendió un 21,6 por ciento la superficie trabajada por propietarios que sólo explotan sus propias tierras (de 44 a 34,5 millones de hectáreas), se incrementó más de un 25 por ciento (de 19,5 a 24,5 millones de hectáreas) la superficie trabajada por propietarios que, además de explotar sus tierras, cultivan otras alquiladas. En la región pampeana estos propietarios que el censo identifica como “tomadores de tierras” superan en forma amplia a quienes sólo trabajan tierras arrendadas, que es la categoría en la que son censados los pools de siembra. Entre 1988 y 2002 ambas categorías crecieron en torno del 50 por ciento, pero si se toma en cuenta la superficie absoluta, la tierra adicional que los propietarios tomaron en arrendamiento triplicó el incremento de superficie de los arrendatarios puros (5,8 contra 1,9 millón de hectáreas).

Afuera o adentro

Las provincias de la región pampeana son, no por casualidad, el epicentro del alzamiento contra las retenciones móviles. El acto del 25 de Mayo en Rosario fue la presentación en sociedad de un incipiente partido de base agraria, algo que la oligarquía añora desde hace un siglo. En su editorial de ayer La Nación lo llamó “el partido del campo” e instó a unificar la oposición para batir al kirchnerismo en las urnas. Pero esas mismas provincias también constituyen la base de la rebelión interna en el Partido Justicialista. Sus líderes son un bonaerense (Eduardo Duhalde), dos cordobeses (José de la Sota y Juan Schiaretti), un santafesino (Carlos Reutemann) y un entrerriano (Jorge Busti), lo cual cuestiona el supuesto carácter federal del movimiento agrario. Cada uno de ellos tiene diferente inserción partidaria en sus respectivas provincias pero tienden a funcionar como un pool político de finalidad específica. Néstor Kirchner decidió hacerse cargo de la conducción del PJ para impedir que quedara como un instrumento vacante que pudiera usarse contra el gobierno de su esposa. Hace un año, cuando lo invitaban a aglutinar al antikirchnerismo, Duhalde respondió que por entonces no había nada que pudiera impedir la victoria de CFK. “Dentro de su agenda de contactos para desvalorizar la candidatura de Cristina e invitar a prepararse para cubrir un futuro vacío de poder, Duhalde ha incluido a empresarios y dirigentes de cámaras patronales, tanto de la industria como del agro, donde el estilo frontal de los Kirchner no cosecha simpatías pese a las ganancias extraordinarias que ambos sectores han contabilizado en los últimos cuatro años. Las dificultades energéticas (provocadas por el desfasaje entre el crecimiento del producto y el avance de las obras para aumentar la capacidad de producción y transporte de gas y de energía eléctrica) y la permanencia de las retenciones a las exportaciones de soja facilitan los diálogos de Duhalde. Los resultados macroeconómicos de este año seguirán siendo notables, pero estarán un escalón por debajo de los del trienio 2003-2006. También es posible una leve merma en la tasa de beneficios de las empresas. Uno de los mayores productores y exportadores de oleaginosas está considerando el lanzamiento de un nuevo diario, que intentaría ocupar el nicho de mercado en el que no consiguió afirmarse el semanario Perfil. En todos sus diálogos Duhalde se presenta como el autor de un modelo que Kirchner estaría desvirtuando. En esos encuentros el ex Senador insta a prepararse para situaciones críticas a partir del año próximo e insiste acerca de la falta de experiencia de CFK en la administración.” (“Negro el 29”, 15 de julio de 2007). Es posible comprender la actitud defensiva de Kirchner, pero no presentarlo como una victoria o un avance. La opción por el PJ implicó alejarse de los sectores sociales no encuadrados a los que se había dirigido durante sus primeros años de gobierno y lo aisló dentro de un aparato cuya conexión con los humores sociales se está poniendo a prueba ahora. Y ni siquiera pudo evitar que el desafío se planteara dentro de esa estructura. Su negociación con Reutemann para evitar una elección interna es un descenso a ligas menores, impensable hace pocos meses. Ante una derecha populista con movilización social y una simultánea revuelta dentro del PJ las respuestas de aparato son cartas perdedoras. Su sorpresiva presencia en la Plaza de Mayo, a ras de la gente, sugiere que ha comenzado a sospecharlo.

* Los datos disponibles de los dos últimos censos agropecuarios arrojan una diferencia de 2,5 millones de hectáreas, concentrada casi exclusivamente en la provincia de Buenos Aires: el censo de 1988 captó 27,3 millones de hectáreas, y el de 2002, 25,8 millones. Con toda probabilidad esta discordancia censal se debe a un problema técnico, que no afecta el análisis.

*Nació en la Argentina en 1942 y ejerce el periodismo desde 1960. Desde 1987 escribe su columna política semanal para el diario Página/12 de Buenos Aires. Ha publicado los libros "Prensa y poder en el Perú", "La última batalla de la Tercera Guerra Mundial", "Ezeiza", "Rodolfo Walsh y la prensa clandestina", "La posguerra sucia", "Civiles y militares, memoria secreta de la transición", "Medio siglo de proclamas militares", "La educación presidencial", "Robo para la Corona", "Hacer la Corte", "El Vuelo" y "Un mundo sin Periodistas".

Fuente: Página 12 – 15.06.2008

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