Pobre resultado de la cumbre alimentaria de Roma. Las críticas argentinas / CESPRE

CESPRE
En los primeros días de junio se realizó la Cumbre Alimentaria de Roma para tratar la actual crisis alimentaria y sus efectos sobre la pobreza y el hambre en el mundo. En nuestro Boletín N° 20 de junio de 2008 analizamos las causas del boom en el precio de los alimentos y anticipamos la realización de éste encuentro. En este foro se destacó el llamamiento realizado por el Director General de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). En su alocución Jacques Diouf señaló que el mundo gastó en el año 2006 1,2 billones de dólares en armamento, mientras que se desperdició comida por 100.000 millones de dólares. Con estos datos, resultaba difícil explicar que no se pudieran reunir 30.000 millones de dólares anuales, suma que permitiría resolver las necesidades de alimentación de las 862 millones de personas que padecen hambre.

Además, la contradicción básica residía en que los países de la OCDE (naciones desarrolladas) distorsionaban los mercados mundiales, gastando en un año 372.000 millones de dólares en subsidios a su agricultura.

Añadió que esta crisis es una “crónica de un desastre anunciado”, ya que pese a la promesa (en una reunión similar en 1996) de reducir a la mitad el número de hambrientos en el mundo para 2015, los recursos para financiar programas agrícolas en países en desarrollo han disminuido fuertemente.

Diouf señaló que resultaba incomprensible que se hayan destinado 11.000 millones de dólares para desviar 100 millones de toneladas de cereales para consumo humano a la producción de combustibles. En el Grafico 1 puede apreciarse el notorio aumento de la producción de biocombustibles en el mundo. La producción de etanol (derivado principalmente del maíz) creció de 18,5 a 60 mil millones de litros entre 2001 y 2007. Por su parte, la producción de biodiesel (derivado de colza, palma o soja) se incrementó de 1 a 9 mil millones de litros en ese mismo período.

El valor total de los fondos invertidos en mercados de commodities a través de índices, fondos de cobertura y mercados a término alcanzó los 400.000 millones de dólares en marzo de 2008, frente a los 330.000 millones en 2007. Los contratos vinculados con productos agrícolas incrementaron su participación del 2,8% al 4,3% del total de operaciones de derivados en el año 2007. Otras críticas formuladas por los países de América Latina fueron las siguientes: que no haya habido ninguna alusión negativa a los biocombustibles (tal cual querían los EEUU y Brasil), que no hubo críticas suficientes ni a los subsidios agrícolas de los países desarrollados ni al hecho de que éstos mismos países incumplen con el compromiso de destinar el 0,7% de su PIB (equivalente a 130.000 millones de dólares anuales) a la Asistencia Oficial para el Desarrollo.

Argentina y otros países de América Latina objetaron la Declaración final.

Mientras tanto, la Argentina sigue beneficiándose con la suba de los precios internacionales de las materias primas, en particular de la soja. En el gráfico 3 se registra la magnitud del impacto favorable de las cotizaciones de las materias primas que exporta nuestro país y se advierte que ésta tendencia se ha profundizado en los últimos meses. Sin embargo, todavía hay que desarrollar una serie de políticas públicas para que los recursos generados por esta situación extremadamente favorable para los países exportadores de alimentos en general y para nuestro país en particular contribuya a erradicar el hambre y la malnutrición de nuestra sociedad.

La Cumbre no criticó ni a los biocombustibles ni a los subsidios de países centrales.

Fuente: [color=336600]CESPRE Nº 22 – Agosto 2008 [/color]

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