En el fondo del mar: ¿la energía del futuro?

Luna Bolívar Manaut
Su potencial energético duplica al de todos los hidrocarburos de la Tierra, pero en torno a los llamados hidratos de metano persisten aún muchas dudas. Científicos alemanes han contribuido a resolver algunas de ellas. [size=xx-small][b]Artículos relacionados:[/b] . Energía: motor de la nueva Guerra Fría . La irritación de Occidente contra la expedición rusa al Ártico . General Gareev: “Rusia será el árbitro geopolítico en los conflictos del futuro”, la nueva doctrina militar rusa [/size]

Se les denomina “oro blanco” porque su aspecto, fuera del fondo marino en el que se forman y que es donde se esconden sus yacimientos, se asemeja al de una pequeña bola de nieve. Su existencia se conoce desde hace un siglo y su estudio se inició en los años 70. Por su capacidad de combustión han estado considerados, y lo siguen estando, como la posible energía del futuro, la alternativa al petróleo y al gas para el momento en el que éstos se agoten.

Tsunamis y catástrofes naturales prodrían ser la consecuencia de jugar con los hidratos de metano

La tecnología y la ciencia todavía no están lo suficientemente desarrolladas como para que la explotación de los hidratos de metano resulte factible y económicamente atractiva. Sin embargo, existe otra cuestión que preocupa a los investigadores: el equilibrio ecológico del planeta.

El metano es un gas altamente contaminante. Como ejemplo del peligro que entraña, científicos del Instituto Max-Planck de Múnich están trabajando ya en el modo de evitar que, en caso de que el calentamiento de los mares hiciera derretir las reservas de hidratos de metano, este gas no sea vertido a la atmósfera en grandes cantidades. Una molécula de metano tiene un efecto contaminante 30 veces mayor al de una de dióxido de carbono.

Además, existe otro punto a tener en cuenta: en el fondo del mar los hidratos de carbono funcionan como una especie de cemento que mantiene a los sedimentos allí depositados unidos entre sí. Es decir, si falta el hidrato de carbono, porque se proceda a su extracción o porque la temperatura de las aguas aumente y se desintegre la coalición de gas y agua, podrían producirse corrimientos de tierra en los fondos marinos que inevitablemente afectarían en la superficie.

Se calcula que este fenómeno se ha dado ya innumerables veces a lo largo de la vida del planeta y que fue el responsable de poderosos tsunamis, como el que afectó a Noruega hace 8.000 años, o a la Península Ibérica en 1755. Pero se desconoce la dimensión que podría tomar si se ve apoyado por la mano del hombre.

Fuente: [color=336600]Deutsche Welle – 17.01.2007[/color]

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