No termina, hasta que termina

Primero los hechos: Irán lanzó poco mas de una decena de misiles (4 fallaron;) contra la base Al Asad, la más grande dentro de Irak donde se encuentran alojados las tropas estadounidenses. Hubo otro cohete que impactó en el aeropuerto de Erbil en el Kurdistán iraquí que al parecer no fue lanzado por los propios iraníes sino por milicias locales aliadas.

Escenarios complejos en una región compleja

Levar las situaciones al límite para luego retroceder, dar señales contradictorias que sólo crean confusión y profundizan la volatilidad de escenarios marcados por intervenciones armadas y guerras de sanciones como estrategias preferenciales, parecen ser la tónica de la actual política exterior de los Estados Unidos, acompañada por un profundo desprecio por el Derecho Internacional y los acuerdos firmados.

Mayor escalada belicista en Medio Oriente

En la noche del 20 de junio pasado, Trump, estuvo, según sus propias declaraciones, a punto de atacar a Irán, cuando dos de sus buques petroleros comerciales en el Golfo de Omán, fueron atacados. No obstante, al parecer, un análisis de costo-beneficio, pesó más y el mandatario yanqui retrocedió. Luego, tuvimos la destrucción de un dron espía yanqui que estaba violando espacio aéreo iraní. En ese momento Irán cantó victoria ya que desafió a Occidente señalando que intensificará su programa nuclear, que no les tiene miedo a las sanciones comerciales y que iba a responder a cualquier incursión militar.