El submundo del blue

"Acá hay inversión, flaco. El uniforme es gran parte del éxito." Eran las 14.30 de un día de la semana pasada, a pocos metros de Florida y Lavalle. Un hombre cantaba roncos boleros y dos chicas levantaban un cartel. Ofrecían "grandes precios": hamburguesas a 28 pesos. "Perdón, ¿qué inversión?", preguntó el cronista. "La pilcha. Con esto se marca la clientela a la que vas. Ojo, no pongas el día ni la pilcha mía. Sólo la hora." Darwinismo cambiario en estado puro.

"¿Ves aquél? Va a otro público. Por la pilcha." Señalaba a un joven de jean, zapatillas, campera Adidas, chaleco y gorra. "Ése va por turistas jóvenes. Cambian poco, para el día. Mirame a mí, otra cosa. Yo voy a familias, matrimonios; cambian más y son más desconfiados. Por eso te digo esto de la inversión en pilcha", explica el hombre, que lleva un traje cruzado.