Revolución y democracia

El 16 de agosto, minutos antes del amanecer, estando el cielo aún oscuro, integré una pequeña multitud que escuchaba emocionada a Hugo Chávez bajo el balcón del Palacio de Miraflores.

Allí estábamos argentinos, brasileños, uruguayos, salvadoreños, ecuatorianos, chilenos, bolivianos, compartiendo con los venezolanos, como verdaderos compatriotas, una victoria nuestra, un triunfo del sur, una indiscutible victoria americana.

Ocho desafíos para la integración latinoamericana y un nuevo rol para Asia

Con la constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se rompió la inercia que inmovilizaba a la integración regional. Hasta ese momento, parecía inconcebible que este continente, forjado en una historia compartida y el pensamiento de sus Libertadores, careciera de un organismo independiente y ajeno de las injerencias estadounidenses y europeas.

Más de doscientos años, después de iniciado el camino de la independencia, fue necesario para que al fin pudiera concretarse un espacio llamado a convertirse en el foro de la unidad latinoamericana.