Balconeando

Convertir los movimientos sociales, y la política, en proveedores de imágenes y legitimación, sin reconocer su fuerza disruptiva, es otro modo de atarse las manos para luego declarar que lo que es posible es solo esto: Una renuncia conservadora; una despolitización general.

Acuerdo con el FMI: la trama geopolítica y la disputa de fracciones del establishment de Estados Unidos

El Fondo Monetario no es un banco comercial ni de inversión, y tampoco un fondo de inversión internacional. Es una institución multilateral controlada por las potencias, utilizada como herramienta de poder geopolítico para desplegar la estrategia hegemónica global de Estados Unidos, al tiempo de imponer un condicionamiento amplio (económico, financiero, social y político) sobre países endeudados. Existen disputas de poder a nivel local, pero también al interior del FMI que expresan las peleas entre fracciones del establishment estadounidense. 

La historia no está escrita en una piedra

El gobierno argentino acaba de reestructurar el crédito exorbitante que el FMI otorgó en 2018 a la administración de Mauricio Macri. En este ensayo, Bohoslavsky y Flores Zendejas analizan el alcance y las futuras vicisitudes de este acuerdo, dando cuenta de cómo el caso argentino ilustra posibles escenarios (tanto ortodoxos como heterodoxos) que se abren a los gobiernos cuando negocian con el Fondo Monetario Internacional.

Estrategia para cambiar las reglas de la negociación con el FMI

Un paper aparecido la semana pasada en una importante biblioteca digital científica sacudió la mesa de negociación donde el FMI y la Argentina definen nuestro futuro próximo. Según sus autorxs, el acuerdo celebrado en 2018 entre el Fondo Monetario y el gobierno de Mauricio Macri es jurídicamente anulable y existen instancias en el Derecho Internacional Público para demostrarlo. En esta entrevista con Karina Patricio Ferreira Lima, investigadora de la Universidad de Leeds (Inglaterra) que aportó los fundamentos, desarrollamos las potencialidades de una estrategia para torcer la asimetría en las relaciones de fuerzas.

¿Y si no le pagamos al fondo?

Diciembre es el mes en el que las fuerzas mayoritarias del sistema político argentino se aprestan a consensuar las bases de una nueva gobernabilidad, acordando con el Fondo Monetario Internacional. Y como en los peores años de la hegemonía neoliberal, cualquier alternativa es tachada como irresponsable por los factores de poder y el posibilismo del siglo veintiuno. ¿Es cierto que no se puede hacer otra cosa más que entregar la soberanía y apostar al ajuste? En este artículo, las razones para una opción superadora.

La corresponsabilidad del FMI en la crisis argentina 2018-2019: lo que no vas a encontrar en la revisión del organismo sobre el préstamo otorgado

El Fondo Monetario Internacional es un organismo multilateral surgido de los Acuerdos de Bretton Woods en 1944 en el marco de la finalización de la 2° Guerra Mundial. Como la mayoría de los organismos multilaterales surgidos en la época, funciona a través de la representación parcial.

Hacia un consenso productivo exportador con inclusión social

La célebre expresión nietzscheana “no hay hechos, hay interpretaciones” se vuelve especialmente consistente en las semanas poselectorales. En las democracias occidentales, las elecciones funcionan como el gran ordenador de la política. Luego, los medios de comunicación funcionan como escenario de la lucha por la interpretación de los resultados. Sin embargo, las elecciones también incluyen, inevitablemente, hechos: sus resultados se expresan en números. Y los números de las generales de noviembre no catalizaron la debacle insinuada por el ensayo general de septiembre, situación que dejó a no pocos actores que esperaban “el inicio de la transición” pedaleando en el aire.