La nueva arquitectura mundial parece imposible

Tanto del lado asiático como del latinoamericano, la ampliación de los mercados internos sigue siendo una prioridad inmediata, ya sea para la estabilización de las economías nacionales, las regionales y la mundial, como para acelerar la  transición hacia un nuevo orden internacional. Sin embargo, esta ampliación, necesaria desde más de un punto de vista, se ve trabada por la persistencia de las políticas orientadas hacia las exportaciones, tanto del lado asiático como del latinoamericano; y por la insistencia de los gobiernos de conseguir excedentes presupuestarios. El fracaso en la ampliación de los mercados internos de los países emergentes hace posible actualmente, por defecto, que el consumidor estadounidense y occidental parezca irreemplazable. Actualmente, la generalización mundial de la prescripción liberal y monetarista se inclina en contra de sus promotores, que prueban modelos de regreso a distintas formas de regulación. Sin embargo, los países emergentes, asiáticos y
latinoamericanos, que aprovecharon hasta hace poco ese modelo, no manifiestan una voluntad significativa de cambio. Persisten inútilmente en políticas de crecimiento impulsado por las exportaciones, reproduciendo así el antiguo orden actualmente en crisis.

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