No es la fuerza, es la cultura

 

Las diferencias biológicas existen pero no explican por qué los chicos juegan al fútbol y las niñas con muñecas. Tampoco que las mujeres perciban salarios más bajos que los varones o que en la mayor parte del mundo jamás haya habido una gobernante de sexo femenino. Las desigualdades, dicen Alejandro Grimson y Eleonor Faur, se explican por motivos culturales antes que por diferencias hormonales. Adelanto de Mitomanías de los sexos de Siglo XXI.