Carta Abierta Nº 24

Con los métodos y particularidades del siglo XXI las oligarquías financieras, el poder económico concentrado –que hoy incluye a los monopolizados medios de comunicación– y la superpotencia hegemónica del continente han construido una trama, para desterrar no sólo las experiencias de soberanía efectiva, sino también para destruir naciones, disolver movimientos, dividir a los pueblos, degradar la política, y naturalizar un sistema de explotación y exclusión.