Una dura pelea en Hong Kong

María del Carmen Alarcón*

En este artículo, la diputada nacional y también dirigente del Grupo Pampa Sur, deja planteada una inquietud: "la Ronda de Doha, llamada Ronda para el Desarrollo (se supone que para el desarrollo de todos), ¿se podrá lograr antes del 2007? De lo contrario, ¿a quién beneficiaría? Y su fracaso, ¿a quién perjudicaría?".

Cuando decidimos formar nuestro grupo de dirigentes, creando un espacio donde debatir y concluir las demandas y las propuestas de nuestro sector productivo, el Dr. Miguel Saredi tuvo la iniciativa del nombre que llevamos, "Pampa Sur". No fue una casualidad haberlo elegido, ya que de esta manera, quisimos definir nuestro territorio, única pampa existente en el mundo, enclavada aquí en el Cono Sur, desde donde levantamos la voz en la dura pelea en el contexto mundial, por la posibilidad cierta de que los países desarrollados, nos abran los mercados para poder competir en equilibrio, en igualdad de condiciones. Siempre hemos puesto de manifiesto en el marco de la pelea internacional, más allá de las diferencias y las luchas dentro del país por la producción, que como argentinos y como dirigentes debíamos, monolíticamente darnos una estrategia en defensa de nuestro sector productivo. Es por esto, y con vista a la cumbre de la OMC en Hong Kong, que hicimos oir nuestra voces en la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, sosteniendo aquello de que los subsidios agrícolas significan más pobreza.

Sustentado desde el motor que mueve la economía argentina, basada en la producción agropecuaria, con desarrollo en todas sus cadenas de valor en los distintos sectores que llevan a una agro-industria e industria-alimentaria, capacitada para producir alimentos procesados para el mundo, además de los commodities por los que Argentina sentó precedentes históricos de apertura de mercados en todo el mundo, sentimos el derecho de reclamar reglas claras de comercialización mundial.

No obstante, sostenemos que persiste una dura discriminación hacia los países que como Argentina, tuvieron la posibilidad de desarrollarse como territorios altamente productivos y competitivos, poniendo en forma permanente trabas arancelarias y pararancelarias, de modo de impedir el crecimiento sostenido de nuestro país, quienes como los Estados Unidos y fundamentalmente Europa alcanzaron el pleno desarrollo, hasta valiéndose de estos métodos que utilizaron para su propio crecimiento, sin tener en cuenta, más que en los discursos de tribunas internacionales, la falta de equidad y de solidaridad con los países que luchan por alcanzar un desarrollo sustentable y por lo que es más grave aún, por la inclusión de millones de ciudadanos del mundo que no alcanzan una comida por día.

Por esto, y lejos de bajar los brazos de esta pelea internacional, enmarcados desde Cancún dentro del Grupo de los 20, Argentina continuó demostrando en Hong Kong, que el comercio en el contexto mundial, padece de una gran asimetría entre la apertura de nichos para el sector de productos industriales y agrícolas. Especialmente en agricultura, la Ronda tuvo un fuerte desencanto para este sector.

Argentina, enmarcada en escenarios de acuerdos para negociaciones como Mercosur (el más cercano), Unión Europea, Comunidad Andina y Alca (el más lejano), sin lugar a dudas quiere participar y permanecer en la discusión de fondo, donde realmente se juega la eliminación de una distorsión que tiene como cifra más de US$ 300.000 millones por año, en subsidios a la agricultura, ilegalmente usados por países que siguen profesando mentirosos discursos en distintos escenarios, como los que acabamos de vivir en la OMC, acusándose entre ellos mismos , de aceptarse o no, las propuestas que delante de miles de representantes de los países en vías de desarrollo, proclaman como himnos de solidaridad para "los hambrientos del mundo", tal como lo expresara la canciller francesa en su discurso. O tal vez nos guste más haber escuchado la recomendación del Director Gene ral de OMC, Pascal Lamy, cuando pronunció "necesitamos negociadores audaces, abiertos y dispuestos a asumir algunos riesgos, abocados al éxito".

Pero como dirigente política argentina, sabiendo que existe de parte de algunos representantes de estos países desarrollados, inclinación a la subestimación, no solo hacia los funcionarios o negociadores, sino a nuestro propio sector productivo, me queda la capacidad de reaccionar inteligentemente para saber que la negociación multilateral nos tiene que seguir brindando la posibilidad de discutir y defender desde adentro las distorsiones que presenta la economía mundial. También requiere revisar una y otra vez, y discutir hasta el cansancio la postura de igualdad, en esta pelea internacional, con los países a los cuales nos hemos asociado. Se notó, y asi lo demuestra el documento final de Hong Kong, que hubo una clara preeminencia en materia de bienes industriales y servicios, sobre la agricultura. Esto debe llevarnos a la reflexión previa a la próxima reunión preparatoria.

Fijar fecha para la baja de subsidios agrícolas, como se ha hecho para el 2013, no es un logro, sabiendo que estaba prefijada. Esto, sin la honesta decisión de abrirnos los nichos de mercado, quitando todo tipo de barreras, no es un festejo para el sector agrícola. Menos lo será para Argentina, en particular, que sabe donde se encuentra su basamento económico y su posibilidad de seguir creciendo en los términos esperados. Si, podemos afirmar, que en términos de defensa, nuestro presidente Kirchner, a través de sus funcionarios de Cancillería, seguirá sosteniendo con firmeza la necesidad de exigir las mejores condiciones que ofrezca el mercado internacional para nuestros productos.

Pero esta lucha, valga también para los actores de la producción, especialmente para los agropecuarios. Solo la participación nos dará el derecho a la protesta con concreción de resultados. Sin ir más lejos con otros ejemplos, fuimos protagonistas visuales en Hong Kong, de la multitudinaria lucha callejera de productores agrícolas coreanos, europeos, etc. manifestando a favor de sus subsidios agrícolas.

Hong Kong ha dado mucho de que hablar. Por esto, quiero responsablemente, en nombre del Grupo Pampa Sur, dejar planteada una inquietud: la Ronda de Doha, llamada Ronda para el Desarrollo (se supone que para el desarrollo de todos), ¿se podrá lograr antes del 2007? De lo contrario, ¿a quién beneficiaría? Y su fracaso, ¿a quién perjudicaría?

Fuente: Clarín

*Diputada de la Nación. Pta. de la Comisión de Agricultura y Ganadería.

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