Ordenamiento territorial e inclusión social en Santiago del Estero

El tema del ordenamiento territorial y de la tierra como un recurso estratégico no renovable ha vuelto a ponerse en discusión en la Argentina a partir del debate y la posterior sanción y promulgación de la ley 26.737 de "Régimen de protección al dominio nacional sobre la propiedad, posesión o tenencia de las tierras rurales", más conocida como la ley contra la extranjerización de la tierra.

Como autoridad de aplicación se creó el Registro Nacional de Tierras Rurales, en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Su objetivo es limitar la titularidad y situación de posesión de tierras rurales a personas físicas y jurídicas extranjeras.

El gran negocio agroalimentario

Tradicionalmente, el campesinado se ha caracterizado por cultivar alimentos destinados al consumo propio y a los mercados locales, llevando a la práctica un tipo de agricultura respetuosa con el medio ambiente y cimentada en unos conocimientos agronómicos que se han transmitido de generación en generación. En muchos lugares el campesino o pequeño agricultor, con el tiempo se fue abriendo al mercado. El objetivo ya no era cultivar para comer, sino hacerlo para vender la siembra y poder comprar la comida y otras necesidades. La denominada “revolución verde”, acaecida a mediados del siglo XX, favoreció este proceso ya que consiguió aumentar la productividad, gracias a la mecanización del campo y a la utilización de semillas mejoradas y productos químicos. El otrora agricultor libre, se hizo dependiente de los “paquetes tecnológicos” y de las exigencias de los mercados.

Nuevo término para la enciclopedia de la indignación: Acaparamiento de tierras.

En tiempos de crisis, la agricultura y la alimentación se están consolidando como uno de los negocios más lucrativos… no para agricultores o consumidores sino para transnacionales e inversionistas. El motivo es sencillo: una familia puede dejar de pagar la hipoteca pero siempre tendrá que comer. Ya desde hace décadas que la cadena alimentaria (semillas, agroquímicos, distribución, etc.) estaba “oligopolizada” y en manos de unas pocas transnacionales que se están lucrando a toda costa.

Pero a principios de siglo, a raíz de la “burbuja de las punto.com”, el capital financiero empezó a moverse buscando inversiones seguras y aterrizó en el mercado de futuros (alimentación, petróleo, etc.). Si en el año 2000 los activos financieros en éste oscilaban los 5.000 millones de dólares, en 2011 treparon hasta los 450.000. Para ellos un gran negocio, ya que por ejemplo el grupo de inversión Goldman Sachs ganó más de 5.000 millones de dólares en 2009 especulando en materias primas, lo que supuso un tercio de sus beneficios netos. Pero, para el resto, una gran chanchada: Los precios de los alimentos se multiplicaron por 2,5 desde 2000, se oscila el umbral de los 1.000 millones de famélicos y en estos momentos en el Cuerno de África 12 millones de personas sufren una cruel hambruna.