Para un planificador constitucional de datos y una política industrial acorde al siglo XXI

"Proveer lo conduce a la prosperidad del país, al adelanto y el bienestar de todas las provincias, y al progreso de la ilustración, dictando planes de instrucción general y universitaria, y promoviendo la industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de propiedad nacional, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de los ríos interiores, por leyes protectoras de estos fines y por concesiones temporales de privilegios y recompensas de estimulo" (artículo 75, inciso 18, Constitución de la Nación Argentina).

La agenda del 19

 

Desde el 2015 se ha escrito muchísimo para caracterizar y denunciar al gobierno de los CEOs: la desindustrialización, la desocupación, el crecimiento de la desigualdad en el reparto del ingreso, la exclusión, el ajuste en ciencia, la cancelación de los proyectos de desarrollo autónomo de tecnología. Ahora, comenzando el 2018, es necesario discutir y acordar una propuesta programática para el 2019 que permita reconstruir lo destruido y avanzar más allá.

Cazar el viento

La energía eólica no es considerada una alternativa de base por la inestabilidad que presenta y la imposibilidad de ser acumulada, pero es un aporte complementario que puede servir para ampliar la capacidad de generación eléctrica en el corto plazo, sin emisiones de dióxido de carbono. El Congreso Nacional sancionó en 2006 una ley de fomento y promoción de fuentes renovables que prevé incrementar al 8 por ciento su participación en la matriz energética para 2016. Dentro de esa denominación se incluye también el aporte solar, biomásico y de hidráulicas de baja potencia (ver relacionado), aunque el objetivo oficial es que la mitad de ese porcentaje lo aporten los vientos.