El subsuelo de la patria sublevado

Raúl Scalabrini Ortiz, memorando el 17 de Octubre de 1945 dijo: “Era el subsuelo de la patria sublevado” y lo fue, porque eran los trabajadores de overol los que entraban por la puerta de nuestra historia diciendo presente, acá están los que con nuestro trabajo generamos las riquezas, ponemos en marcha al país, y a cambio, recibían salarios paupérrimos, con lo que tener un trabajo no garantizaba salir de la pobreza. El mérito indudable de ese peronismo fue darle un lugar en la mesa de discusión de cómo se distribuye lo que se produce, que el país nos pertenece a todos.

Inodoro Pereyra, ese querido personaje del siempre recordado Roberto “Negro” Fontanarrosa afirmaba: “Estoy comprometido con mi tierra, casado con sus problemas y divorciado de sus riquezas”. Y de eso se trata y así lo entendió el peronismo de Perón, de garantizar que primero y antes que nada se perciba un salario digno, que permita vivir decentemente, decimos nosotros, y la OIT (Organización Internacional del Trabajo) define que es así siempre y cuando se preserven “los derechos en el trabajo, las oportunidades de empleo, la protección social y el diálogo social”.

Ingallinella, UN HOMBRE

El 16 de junio de 1955 aviones de la Marina bombardearon la Plaza de Mayo como parte de un plan para derrocar al presidente Juan Domingo Perón. Ese mismo día, en Rosario, circuló un volante de condena al hecho que provocó al menos 300 muertos. La policía aprovechó la circunstancia para hacer una razzia, dirigida precisamente contra quienes se solidarizaban con las víctimas y en particular con el autor del volante, Juan Ingallinella, un médico de 42 años, dirigente del Partido Comunista.

Ingallinella murió por efectos de la tortura en la Jefatura de Policía de Rosario y se convirtió en un desaparecido. El reclamo por la investigación de los hechos movilizó al conjunto de la sociedad y se convirtió en un hito en la historia política argentina. Ingallinella. Un hombre reconstruye la historia del secuestro y desaparición del médico y militante, las circunstancias de su muerte y la posterior movilización en busca de verdad y justicia, a partir de documentos inéditos y del testimonio de familiares, amigos y compañeros de militancia del dirigente comunista.

Las bombas siguieron cayendo

La niebla cubría Buenos Aires ese jueves frío que anticipaba el invierno cercano. El pronóstico meteorológico publicado en Clarín vaticinaba: “Nublado, probables lluvias ligeras y vientos leves del este”. En Punta Indio los aviones se aprontaban a despegar. El ataque estaba concertado para las 10 de la mañana. Se iba aprovechar una exhibición aérea, un acto de desagravio a la memoria del Libertador antes los hechos ocurridos el sábado anterior, en la peregrinación de Corpus Christi, para atacar la Casa Rosada y asesinar a Perón. El acto estaba convocado para las 12 horas.

Dos maneras de estabilizar la economía y sus consecuencias. Los planes de ajuste de Perón y Frondizi

El trabajo buscará desarrollar cómo llevaron adelante en situaciones de crisis similares sus planes de ajuste, tanto el gobierno de Perón en 1952 como el de Frondizi en 1959. En cada caso primero se describirá cómo funcionó la situación económica hasta el momento de las crisis, los objetivos buscados y las relaciones políticas y de poder con los actores sociales, así como las causas que llevaron a aplicar los planes de ajuste.

Creación Cátedra Abierta de Economía "José Ber Gelbard"

La presente Cátedra abierta es el resultado de un trabajo y esfuerzo conjunto entre tres instituciones participantes, que ya vienen realizando proyectos conjuntos entre sí: el Departamento de Economía y Administración de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” (CCC) y el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE).

La estructura de la Cátedra estará conformada por una Dirección colegiada, un Comité Ejecutivo, un Comité Académico, una Coordinación, y un cuerpo de Profesores e Investigadores Integrantes.

“Hasta el arribo de Cámpora el poder residía en el que tenía los fierros”

Mañana, 11 de marzo, se cumplen 40 años del triunfo de Héctor J. Cámpora en 1973. El testimonio de quien fue Ministro del Interior sobre los días previos a la asunción y los 49 restantes que duró el Gobierno.

El 11 de marzo de 1973 fue un día bisagra en la historia argentina. Lo que se vivió en ese año, cada minuto que pasaba era una bisagra.
–Fue notable aquello. Toda la estrategia oficial estaba basada en la segunda vuelta, es decir, la idea de que la fórmula Héctor Cámpora-Vicente Solano Lima perdía en segunda vuelta, y el esfuerzo nuestro era ganar en primera vuelta.

Vargas, Arbenz y Perón

Tras haber gobernado durante 15 años seguidos, entre 1930 y 1945, Getulio Vargas fue reelecto para la presidencia de Brasil en 1951. Si algo no le faltaba era experiencia en la gestión y confianza en el pueblo; sin embargo, Vargas, el 24 de agosto de 1954, en su oficina, se pegó un tiro en el corazón. Los grupos golpistas habían empezado la campaña desestabilizadora unas semanas antes. El testamento del Padre de los Pobres no deja lugar a dudas. Empieza y termina de un modo que tiene vigencia en estas horas de América latina: “…No me acusan, me insultan; no me combaten, difaman de mí; y no me dan el derecho a defenderme. Necesitan apagar mi voz e impedir mi acción, para que no continúe defendiendo, como siempre defendí, al pueblo y principalmente a los humildes. Sigo lo que el destino me ha impuesto. Después de décadas de dominio y privación de los grupos económicos y financieros internacionales, me hicieron jefe de una revolución que gané. Comencé el trabajo de liberación e instauré el régimen de libertad social (…) Luché contra la privaciones en el Brasil. Luché con el pecho abierto. El odio, las infamias, la calumnia no abatirán mi ánimo. Les daré mi vida. Ahora les ofrezco mi muerte. Nada de temor. Serenamente doy el primer paso al camino de la eternidad y salir de la vida para entrar en la historia”.