La nueva arquitectura de seguridad de la OTAN

La OTAN ha puesto su sello para una nueva Guerra Fría. La reunión de Madrid de este bloque militar (30 de junio de 2022) acordó su visión y tareas para la geoestrategia euroatlántica. Dado que este es un mundo altamente interconectado, estas decisiones impactan la arquitectura de seguridad internacional. Estos movimientos se producen a raíz de la agresión rusa contra Ucrania, y la OTAN se asegurará de que Ucrania siga luchando en esta guerra de desgaste, independientemente de los costes. El nuevo Concepto Estratégico 2022 de la OTAN proporciona la narrativa sobre cómo planean la construcción del orden mundial para los próximos diez años.

BRICS, G7 y OTAN: expresiones de la reconfiguración geopolítica global

El viernes último el presidente argentino Alberto Fernández participó en la inauguración de la Cumbre de los BRICS, acrónimo que refiere a los cinco países fundadores de esa asociación de cooperación internacional que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. El presidente argentino también participó como invitado de la reunión del Grupo de los Siete (G7), el club que agrupó a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.

Una guerra que todos hemos perdido

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue creada el 4 de abril de 1949 en Washington mediante un pacto militar firmado, en aquel entonces, por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Bélgica, Canadá, Noruega, Dinamarca, Islandia, Italia, Países Bajos, Portugal y Luxemburgo. En la actualidad la lista de países se ha engrosado y –de los doce apóstoles iniciales– ahora el número de integrantes alcanza los veintinueve miembros: Albania, Alemania, Bélgica, Bulgaria, Canadá, República Checa, Croacia, Dinamarca, Estados Unidos, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Montenegro, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumania y Turquía.

La mano que mece la cuna

El lunes 7 de marzo las fuerzas militares rusas localizaron una red de seis laboratorios en la zona del Donbas. Las instalaciones halladas, algunas parcialmente desmanteladas, corresponden a laboratorios de investigación militar gestionados por investigadores estadounidenses y ucranianos en forma conjunta. Los documentos encontrados en los laboratorios se vinculan con la contratista Southern Research Institute, adscripta a la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa (DTRA), una dependencia del Pentágono.

Los tres febreros: crónica de un cerco

“Expandir la OTAN sería el error más fatídico de la política estadounidense en toda la era posterior a la Guerra Fría. Se puede esperar que tal decisión estimule las tendencias nacionalistas, antioccidentales y militaristas en la opinión rusa; tener un efecto adverso en el desarrollo de la democracia rusa; restaurar la atmósfera de la Guerra Fría en las relaciones Este-Oeste e impulsar la política exterior rusa en direcciones que decididamente no son de nuestro agrado.” El que escribe esta advertencia es George Kennan, en un artículo publicado por el New York Times en febrero de 1997.

Auténticos amigos de las trasnacionales

El Acuerdo de Comercio en Servicios que negocian en secreto gobiernos de 50 países, incluido México, (TISA por sus siglas en inglés) supera todo lo que se ha visto hasta el momento en materia de tratados internacionales en pos de dar beneficios irrestrictos a las empresas trasnacionales, contra los intereses y el bien público. El término “servicios” en este contexto abarca desde agua y alimentación, a salud, educación, investigación, comunicaciones, correos, transportes, telecomunicaciones, comercio electrónico, venta minorista y mayorista, servicios financieros, y mucho más, incluso los mal llamados “servicios ambientales” relacionados a bosques, sistemas hidrológicos y otras funciones de los ecosistemas. ¡Hasta los migrantes se incluyen en el tratado como supuestos “proveedores de servicios”! El sector servicios es además el mayor empleador de los países de ingresos altos y medios, son enormes los impactos contra derechos laborales y sindicales.

La fase demencial del totalitarismo neoliberal

No hay que ser un experto para ver que en los últimos meses, y de manera cada vez más acelerada, el imperialismo estadounidense y sus aliados de la OTAN están tratando de crear todas las condiciones para transformar las relaciones internacionales en un nuevo teatro de confrontaciones con vistas a mantener el ya cuestionado sistema internacional unipolar y la hegemonía neoliberal.

Hace apenas tres años, cuando alboreaba la multipolaridad con los esfuerzos de creación de UNASUR y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con Rusia tratando de consolidar una región euroasiática y los BRICS explorando una alternativa a la tiranía neoliberal, el imperialismo se lanzó a la creación de nuevos focos de tensión, interviniendo en Libia –que en ese entonces era un país clave de una necesaria integración africana-.

Un nuevo traspié norteamericano

Fueron por Ucrania para debilitar la zona franca imaginada por Putin y acercar la OTAN a la frontera rusa y consiguieron que Crimea se separara de Ucrania para retornar a la madrecita Rusia, asegurando sus fortalezas bálticas centradas en el puerto de Sebastopol.Algo así como ese refrán de campo: ir por lana y salir trasquilado. El voto popular en Crimea, aplastantemente proruso, legitimó la política decidida por Putin de ponerle con firmeza un límite a los desestabilizadores proeuropeos y al golpismo financiado desde el exterior.