Ministerio de Des-hacienda

Documentos oficiales informan que el déficit fiscal verdadero de 2015 fue equivalente al 1,9 por ciento del Producto Interno Bruto. La magnitud de ese desequilibrio de las cuentas públicas no permitiría al Ministerio de Finanzas y Des-hacienda construir un relato ficcional sobre “la pesada herencia recibida”. Aplicando criterios de contabilidad creativa, el ministro Alfonso Prat Gay comenzó entonces a dibujar diferentes cifras de déficit, desde un piso del 2,3 por ciento, saltando hasta el 5,8 para terminar en el inflado 7,1 por ciento.

Solicitada: en Defensa de la Legislación Soberana y el Desendeudamiento

Un nuevo ciclo de endeudamiento ha comenzado en nuestro país. Se ha puesto en marcha con los 5.000 millones de dólares que el BCRA canjeó con bancos privados (Megacanje II autorizado por el DNU del 22 de diciembre) y se profundizará con la emisión de bonos por 15.000 millones de dólares que nunca ingresarán a la Argentina. La rendición ante los Fondos Buitres será sólo uno de los pasos que vendrán a completar la saga de la mega-devaluación, los despidos, el ajuste y el tarifazo, y que tendrá continuidad con la vuelta al Fondo Monetario Internacional.

Desregulación financiera y endeudamiento

Uno de los rasgos fundamentales del neoliberalismo fue la dependencia del sistema financiero internacional. En otras palabras, la economía obtenía los dólares que necesitaba para funcionar a partir del ingreso de enormes flujos de deuda externa. Así fue como la deuda externa entre 1975 y 2001 se multiplicó por 17,7. Asimismo, en esos años los negocios financieros al interior del país fueron los más dinámicos de la economía por la generosa rentabilidad que ofrecían.

Devaluación y ajuste

Cualquiera sea la forma en que se la llame lo que se ha producido en la Argentina es una fuerte devaluación del peso (no las minidevaluaciones que veníamos teniendo) y este enfoque extremo ya ha sido vivido muchas veces por la mayoría de los argentinos y figura entre sus recuerdos menos felices. La teoría ortodoxa señala que las devaluaciones, cuando hay problemas en las cuentas externas conducen a reducirlos y a expandir la actividad económica. Para los partidarios de los efectos expansivos de una devaluación, esto resulta no sólo por una mejora en la balanza comercial sino también por un impulso a la producción interior al abaratar los bienes producidos locamente permitiendo sustituir importaciones. Pero este no ha sido el caso de la Argentina, como lo hemos demostrado muchas veces y como lo expone con claridad una tesis de licenciatura presentada en la FCE de la UBA por Pablo Wahren.

Constitución, legalidad y legitimidad en tiempos de traspaso del poder

Asistimos actualmente a un duro debate en el que confrontan las dos corrientes que desde antiguo luchan por predominar en la historia del hombre: quienes desde grandes conglomerados económicofinancieros y periodísticos, con sus intelectuales orgánicos inculcan una visión falsa de la historia y de la realidad contemporánea impulsando un clima ideológico proclive al sostén de fuerzas políticas conservadoras, y por otro lado quienes impulsan el progreso social. Dos modelos en pugna. Confrontación que existe en distintas zonas del planeta, como en nuestro caso en el contexto regional y en Argentina. En esencia es la disputa sobre la distribución del ingreso, del producto social; o sea, quienes serán los destinatarios del resultado de políticas socio-económicas que se lleven adelante.

Consecuencias de una devaluación anunciada

Se culpan mutuamente. El gobierno entrante sostiene que el fuerte aumento de precios que se registró en las últimas semanas es “parte de la herencia” y del “descuido voluntario de autoridades que habían hecho del control un culto”, según la explicación del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay. Para el gobierno saliente, en cambio, las remarcaciones son consecuencia de las promesas del macrismo sobre devaluación, quita de retenciones y reducción de subsidios.