Lula obtuvo la reelección

El presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, obtuvo su reelección con amplia ventaja sobre su rival Geraldo Alckmin al ser contabilizados casi la totalidad de los votos por parte del Tribunal Superior Electoral. Lula tuvo el 60,80 por ciento de los votos válidos, contra el 39,20 por ciento conseguido por su rival. Fuente: [b]Adnmundo.com[/b] [size=xx-small][b]Artículos relacionados:[/b] .La prensa destacó las promesas de crecimiento de Lula .¿Enseñando economía a Lula? .Lula bis: Pobres, “la” prioridad [/size]

Las elecciones del domingo fueron el corolario de la más dura campaña electoral de los últimos años en Brasil, que estuvo marcada por las denuncias de corrupción y serias acusaciones entre ambos candidatos.

El escándalo se adueñó de la campaña cuando, quince días antes de la primera vuelta del pasado día 1, miembros del comité de Lula fueron sorprendidos por la Policía cuando intentaban comprar un dossier con falsas acusaciones contra Alckmin y otros líderes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

La campaña subió de tono, pero al contrario de lo que muchos previeron, el escándalo pareció finalmente favorecer a Lula, quien se desmarcó inmediatamente del asunto al destituir a los implicados y ordenar una profunda investigación.

Lula obtuvo unos 58 millones de votos, que le dan un enorme poder de maniobra para profundizar los avances sociales logrados durante su primer mandato, que comenzó el 1 de enero del 2003.

Según dijo ayer domingo en rueda de prensa después de que el Tribunal Superior Electoral proclamara su victoria, su intención ahora es dialogar con todos los partidos políticos para crear el consenso necesario que permita poner en marcha un plan de desarrollo nacional.

Anunció que conversará "personalmente" con todos los líderes del Congreso que se inaugurará en febrero próximo, cuando comience la nueva legislatura, y destacó el "momento mágico" que, en su opinión, ha vivido la democracia brasileña con estas elecciones.

Lula atribuyó su victoria a que "el pueblo ha sentido los cambios en el bolsillo y en el plato" y reiteró cifras oficiales, según las cuales la pobreza crítica ha disminuido cerca del 20 por ciento durante su mandato. "Contra eso no hay adversario", dijo eufórico el presidente, que lució en la rueda de prensa una camiseta con la inscripción "la victoria es de Brasil".

Lula reiteró que mantendrá una disciplina fiscal "dura", pero aclaró que ello no significará descuidar la atención a las clases más bajas, porque "el Gobierno seguirá siendo para los pobres".

También reiteró su apuesta por el Mercosur, que, según dijo, deberá convertirse en un mecanismo de integración de referencia para toda América Latina, pese a que hace cuatro años, cuando llegó al poder, "muchos lo creían acabado".
El presidente evitó pronunciarse sobre posibles cambios en su gabinete y explicó que si los hay serán decididos "con calma" en los próximos meses, pues tiene tiempo hasta el inicio de su segundo mandato, el próximo 1 de enero.

Alckmin felicitó por teléfono a Lula después de que el Tribunal Superior Electoral proclamara los resultados, y dos horas después se dirigió a sus partidarios para decir que estaba "feliz, con la conciencia tranquila", porque hizo "todo" lo que pudo.

Le deseó a Lula "un buen mandato, que es lo que todos queremos y precisamos", y apuntó que "la vida está hecha de conquistas, alegrías, momentos difíciles, igual que la democracia".

Las elecciones de hoy transcurrieron sin incidentes y una de las notas importantes de la jornada fue la velocidad del escrutinio, que estaba terminado casi en su totalidad unas cuatro horas después del cierre de los colegios en todo el país.

Durante esta jornada, los brasileños también eligieron a los gobernadores de diez de los 27 estados del país, que habían quedado pendientes en la primera vuelta.
Completado el nuevo mapa político regional, el PSDB, de Alckmin, gobernará en seis de esos estados, mientras que el Partido de los Trabajadores (PT), lo hará en cinco.

El Partido del Movimiento Democrático (PMDB, centro), que tendrá la primera minoría en la Cámara de Diputados, y la segunda en el Senado, estará al frente de siete estados, mientras que los nueve restantes estarán gobernados por fuerzas políticas minoritarias.

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