Ley de semillas: propuestas para su modificación

En el IADE, Germán Linzer, licenciado en Economía y gerente de Propiedad Intelectual del INTA, analizó y propuso cambios en el marco de la discusión actual de la ley de semillas.

La Cátedra Libre de Estudios Agrarios Ing. Agr. Horacio Giberti organizó la charla y presentación de la tesis de maestría “Análisis y propuestas para una modificación de la ley de semillas de la Argentina” del licenciado en Economía Germán Linzer.

Acompañado por Flora Losada, coordinadora de la cátedra y Marisa Duarte, presidenta del IADE, Linzer realizó en el aula General Mosconi un amplio recorrido por la ley 20.247 de
“Semillas y Creaciones Fitogenéticas” y encaró el debate actual en materia de modificaciones.

“Quizá lo más interesante de la ley no es lo que dice sino lo que exceptúa”, sostuvo Linzer en el primer tramo de su exposición donde abordó aspectos principales del texto y destacó los “objetivos sociales” junto a la promoción de objetivos “tecnológicos y económicos nacionales” de la legislación. “El pequeño productor agropecuario lleva adelante formas asociativas de producción y tiende al cooperativismo. Es decir, desarrolla prácticas productivas que deben ser protegidas”, manifestó el expositor al explicar una de las “excepciones” de resguardo.

Asimismo, Linzer subrayó el papel determinante del desarrollo tecnológico en el sector agrario: “La revolución tecnológica impactó, como en ningún otra área, en la producción agropecuaria. Las consecuencias de esa revolución generaron la entrada de actores provenientes de la farmoquímica a la industria biotecnológica, integrando verticalmente a empresas semilleras, y transformó completamente la actividad. Llevó a una concentración y centralización de los capitales y eso modificó la forma en la que operaban los criaderos nacionales que ahora se transnacionalizaron”. También, el gerente de Propiedad Intelectual del INTA agregó que la revolución tecnológica “transformó la manera en la que se llevaban adelante las prácticas agrícolas provocando la emergencia de nuevos actores y la reformulación de los existentes” y mencionó, en ese marco, la dinámica de acción de pools de siembra, grandes productores y contratistas.

Una ley “ineficaz” para el presente agrario

“La conclusión que yo obtengo en la tesis es que hubo cambios estructurales que hicieron que la ley, que es una ley buena, empiece a operar en un contexto que la hace ineficaz”, analizó el licenciado y Máster en Gestión de las Ciencias, las Tecnologías y la Innovación por la Universidad Nacional de General Sarmiento. “La ley no puede evitar el abuso de las posiciones dominantes”, expresó Linzer como una de los desajustes que contiene la legislación en el nuevo paradigma agrario. “El 30% de los productores más grandes explican el 88% del mercado granario”, indicó.

A su vez, el investigador detalló que, más allá de las excepciones, la ley “no protege al pequeño productor y no fomenta adecuadamente el desarrollo tecnológico nacional” y alertó sobre los riesgos de “perfeccionarnos como productores de materias primas y no hacia una transformación industrial” al reforzar un perfil primarizado del sector agrario.

Propuestas para la modificación y el debate actual de la ley de semillas

Durante su presentación en el IADE, el economista expuso también las principales propuestas para incorporar a la modificación de la ley que ya se discute en todo el sector agrario. “Hay que cambiar los criterios para identificar al productor agropecuario. Es fundamental saber quién es productor y quién no lo es, conocer los volúmenes de producción y facturación, mano de obra que emplea, entre otros. Todo esto nos permitiría identificar quién debe ser promocionado y quién no y quién está haciendo un abuso de esa figura”, dijo Linzer.

“Otra propuesta es que la ley y la excepción del agricultor se convierta en un derecho y deje de ser una excepción. Además es necesario que sea declarada de orden público, eso implica que es imperativa e irrenunciable. Uno no puede, con un contrato entre privados, renunciar a un derecho que le otorga la ley, que es lo que sucede actualmente. Y, además, la ley debe armonizarse con compromisos constitucionales y leyes vigentes”, explicó el funcionario del INTA.

Como uno de los puntos centrales en materia de propuestas, Linzer manifestó que el cambio de la ley debe propulsar la “distribución de la renta tecnológica hacia la promoción de la agrobiotecnología y las actividades de fitomejoramiento locales y establecer mecanismos que permitan reducir o evitar el abuso de posición dominante. La legislación tiene que ser una herramienta para el desarrollo tecnológico nacional”. 

Por último, tras analizar los distintos proyectos que circulan para la modificación de la ley, Linzer recalcó la posibilidad de crear “un fondo para promover inversiones tendientes al cambio estructural, que supere la dependencia tecnológica que es la raíz fundamental de la situación de posiciones dominantes”.

 

CABA, 24.11.2016

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