Azúcar amarga para Blaquier

El empresario fue procesado por la Justicia por 29 desapariciones de la Noche del Apagón. Sus abogados apelarán.

Fue a través de un llamado telefónico de su abogado. Así, Ricardo Arédez recibió la noticia que muy pocos pensaban que podía pasar: el juez federal de Jujuy, Fernando Poviña, procesó el jueves a uno de los empresarios más poderosos de la Argentina, Carlos Pedro Tadeo Blaquier, como cómplice primario de la privación ilegal de la libertad de 29 personas durante la última dictadura. En ese momento, evocó a “las madres peladoras de caña y los padres obreros que no están, que murieron sin ver la justicia, tanta militancia digna que luchó por esto sin ánimo de venganza, con la ley en la mano”, según repasó al día siguiente ante Miradas al Sur –con la voz cruzada por el llanto– el menor de los cuatro hijos de Olga y Luis Arédez, ex intendente desaparecido de Libertador General San Martín.

Una noticia, una síntesis

Podrían ser varios temas. O unos pocos, pero bien demostrativos de que es la batalla mediática el lugar por donde transcurre, como nunca, la construcción de sentido. De imaginario. De ensoñaciones dibujadas como realidad. O de realidades trabajadas como ensoñación.

Podría ser lo sucedido en la conferencia de prensa de Martín Sabbatella, al anunciar cuáles son los grupos que al cabo del 7 de diciembre deberán desprenderse de las licencias de radio y tevé que les sobran.

Blaquier procesado por la represión dictatorial

El juez Fernando Poviña lo procesó en dos causas. “La cooperación tuvo lugar en el marco de una persecución político-sindical llevada a cabo por la empresa Ledesma”, dice el escrito, que también alcanza al ex gerente administrativo Alberto Lemos.

El paso está dado. El juez federal Fernando Poviña procesó al empresario Carlos Pedro Tadeo Blaquier como cómplice en primer grado de la privación ilegal de la libertad agravada de 29 personas durante la última dictadura militar. El procesamiento se hizo en dos causas, cuyas distintas características importan para entender el peso determinante de esta medida.

Ver los fallos de las dos causas por las que se lo procesa:">http://www.iade.org.ar/uploads/c87bbfe5-a223-9690.pdf]
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Las razones del pedido de detención

El fiscal basó su solicitud en la decisión del juzgado de ampliar la indagatoria a Blaquier por homicidio y en las nuevas pruebas que muestran la colaboración del Ingenio Ledesma con Gendarmería.

Pedro Blaquier está con una exención de prisión desde mayo de este año. A pedido de sus defensores y con el acuerdo de la fiscalía federal de Jujuy, el juez Fernando Poviña le otorgó ese beneficio antes del ya muy lejano primer llamado a indagatoria. Pasó el tiempo y nuevas pruebas cambiaron el escenario. En ese contexto, el fiscal ad hoc de la causa Pablo Pelazzo presentó el viernes pasado un pedido de detención para el empresario. Menciona dos razones: la decisión del juzgado de aceptar ampliar la indagatoria por homicidio, una figura que no es excarcelable. Y el aporte de nuevos documentos –algunos de los cuales presentó este diario en su edición de ayer– que muestran al Ingenio Ledesma ingresando camiones al Escuadrón 20 de Gendarmería de Orán el 24 y 25 de marzo de 1976, entre otras fechas. Los camiones trasladaron gendarmes, en una estructura que funcionó como centro clandestino de detención. El juez Poviña a partir de hoy deberá valorar el pedido para ver si altera las razones del beneficio.

Blaquier: el guardián del horror

El 8 de agosto aún no terminaba de clarear y el anciano ya estaba en el tercer piso del Consejo de la Magistratura, sobre la céntrica calle Libertad. Había llegado con anticipación para eludir la jauría movileros. Su estampa guardaba cierta semejanza con la del simpático Mister Magoo. No era otro que el empresario Carlos Pedro Blaquier. Le escoltaban tres abogados, dos hijos, un médico y el jefe de prensa del Ingenio Ledesma. Es que el Zar del Azúcar estaba a punto de ser indagado –a través de una videoconferencia enlazada con el despacho del juez federal Fernando Poviña, en Jujuy– por algunas situaciones ocurridas durante la última dictadura. Los cargos en su contra: violación de domicilio, privación ilegal de la libertad, tormentos seguidos de muerte a 35 víctimas de la llamada Noche del Apagón, además de otros seis homicidios. Blaquier lucía indiferente. A las nueve, se abrió la conexión con San Salvador de Jujuy.

Denunciamos violencia explícita contra testigos en los juicios contra ledesma

Otra vez el “apriete” clásico. Antes fue su nieto, ahora su hija.

Anoche, en pleno centro de Ledesma, fue amedrentada y ofuscada CRISTINA CONDORÍ, hija de HUGO CONDORÍ, testigo clave en los juicios de lesa humanidad que se llevan a cabo en Jujuy y único sobreviviente de la comisión directiva de la Obra Social del Ingenio Ledesma, en La Noche del Apagón de 1976.

Días pasados (¿casualidad?), cuando tenía que declarar Carlos Pedro Blaquier en los tribunales de Jujuy, denunciamos que se produjo un intento de secuestro del nieto de ocho años de Hugo Condorí en San Salvador de Jujuy.

“Eramos un obstáculo”

Estuvo seis meses detenido en el penal de Gorriti. Dice que “los treinta mil habitantes de Libertador saben cuál fue el comportamiento de la empresa durante la última dictadura” y que “la apoyatura de transporte (para los militares) es sólo una parte”.

Hugo Condorí es el único dirigente gremial de la empresa Ledesma que sobrevivió a la dictadura. Era el presidente de la obra social del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del ingenio cuando fue secuestrado, en 1975. Hace pocos días dio su testimonio durante cuatro horas en la causa que investiga la desaparición del ex intendente de Libertador General San Martín, Luis Arédez, con quien había trabajado cuando era asesor de salud del gremio. Junto al vicepresidente de la obra social, el desaparecido Jorge Weisz, ejercían el control del cumplimiento de la Ley de Salubridad, un asunto que considera clave para entender la impunidad con que se manejan los Blaquier desde hace décadas. Condorí –que aún no se jubiló, está casado, tiene seis hijos, 25 nietos y dos bisnietos– hoy lucha por conseguir una indemnización desde la Asociación de Ex Presos Políticos. Y planea impulsar candidaturas para las próximas elecciones desde el Partido Solidario, que preside a nivel provincial. “Hubo 30 mil desaparecidos que querían un país mejor, que soñaban con un proyecto de independencia económica; hoy está cambiando el país grande, que es América latina, por eso trato de ser un orientador y facilitador con los jóvenes”, dice.

"Los gremialistas eran un obstáculo para el plan de Ledesma"

El ex detenido Hugo Condorí declaró y apuntó al Ingenio por el secuestro de ex dirigentes de la obra social durante la dictadura. El papel del ex intendente de Libertador San Martín.

Citado como testigo por el juez subrogante Fernando Poviña, el ex detenido Hugo Condorí se sentó durante cuatro horas en el Juzgado Federal 2 de Jujuy para declarar en la instrucción de la causa que investiga la responsabilidad de Ledesma y su presidente, Carlos Pedro Blaquier, en la desaparición del intendente de Libertador San Martín, Luis Arédez. Secuestrado poco antes del golpe de Estado de 1976, Condorí es el único sobreviviente de la dirigencia gremial de la empresa en los años previos a la dictadura y testigo fundamental en la causa que busca probar la responsabilidad de Blaquier en la represión a sus trabajadores.

El principio del cambio en Ledesma

Una parte de las pruebas que activaron la adormecida investigación sobre la desaparición de Luis Arédez, ex dirigentes sindicales, obreros y estudiantes jujeños estaban intactas, guardadas en cajas que aparecieron cuando la Justicia decidió, luego de décadas de mirar hacia otro lado, allanar las propiedades de Ledesma. Incluso algunos papeles habrían estado enterrados en el predio del ingenio. No es la primera vez que aparecen documentos que acreditan las prácticas del terrorismo de Estado, pero la constante de los represores fue la destrucción de todo indicio. La dictadura incluso estableció por decreto la garantía de su propia protección. Sin embargo, los dueños de la tierra, de la vida y de la muerte en Libertador General San Martín confiaron en que nadie jamás los tocaría, y no los incineraron. Es la esencia de la impunidad con la que dominan intocables en ese pueblo, que hasta pierde su nombre cuando lo llaman Ledesma. ¿Cómo se explica si no que ni Olga Márquez de Arédez ni los demás pobladores que se enferman de dolencias respiratorias causadas por el bagazo (desecho de la caña de azúcar) nunca hayan podido obtener en el hospital local un diagnóstico que diga “bagazosis”? Libertador-Ledesma es la localidad de América con el promedio de vida más bajo: 43 años. Durante décadas, los Blaquier cosecharon denuncias –que tampoco prosperaron– de miles de empleados enfermos por trabajo insalubre que fueron despedidos. La mayoría no completaban los 30 años de aportes para obtener la jubilación, y tampoco podían acceder a ella por no tener 65 años de edad. Los Arédez no fueron los únicos pero sí de los primeros y más visibles que resistieron a los Blaquier. Eran las ovejas negras en medio del miedo y el silencio, junto a dirigentes como Jorge Weisz, Carlos Patrignani y Hugo Condorí. A fines de los años ’50, el médico pediatra Luis Arédez era “un mediquito zurdo” que tenía el “gesto demagógico” de recetar remedios caros para los obreros del ingenio, según lo definió el capataz Mario Paz en la película Sol de Noche, de Eduardo Aliverti. “Nosotros coimeamos a todos pero no dejamos las impresiones digitales”, fue la confesión que se le escapó a Paz ante cámara. “Mi marido sacó la estadística de que entre agosto y octubre morían de diez a quince chicos de los trabajadores del ingenio por día, llevaba las denuncias a los ministerios y todas las cajoneaban”, contaba la esposa de Arédez, que era odontóloga.

Esperando a Blaquier en Ledesma

Las vinculaciones políticas, económicas y judiciales que permitieron al empresario huir a Europa para esquivar a la Justicia. El primer juicio por violaciones a los DD.HH. en Jujuy comenzará en julio, con cuatro ex militares acusados.

"Nosotros somos la principal garantía para que Carlos Pedro Blaquier comparezca ante el juez. Esperamos 36 años para que se haga justicia y no vamos a ser tan tontos como para malograr esta oportunidad generando disturbios o agrediéndolo." Con estas palabras indignadas Hugo Condorí, el único sobreviviente de los dirigentes gremiales de la empresa Ledesma secuestrados en vísperas del golpe de marzo de 1976, responde en Miradas al Sur a las palabras de Horacio Aguilar, el abogado defensor de Blaquier, que sostuvo que su defendido se presentaría ante el juez “sólo cuando estén dadas las condiciones de seguridad”. Mientras el empresario está de viaje por Europa, organizaciones sociales y de derechos humanos siguen movilizándose y reclamando en Jujuy su detención, para que sea investigado a raíz de su complicidad en torturas, desapariciones y asesinatos de obreros en el ingenio Ledesma durante la última dictadura militar. Para Aguilar, esas manifestaciones populares son una muestra de las escasas condiciones de seguridad para su defendido.