La falta de empleo y los altos costos laborales en Francia

María Laura Avignolo

Miles de jóvenes marchan en París contra "la precariedad laboral" francesa. Se oponen a un nuevo "contrato de trabajo" del premier Dominique de Villepin.

María Laura Avignolo. PARIS CORRESPONSAL
Fuente: Clarín

"No somos descartables". El sticker estaba pegado en la frente de Marianne, una rubia de rulos y a punto de graduarse en Ciencias Políticas en la Universidad de Nanterre, en la parisina plaza de la Bastilla. En el camión parado frente a la Opera, los jóvenes franceses iban retirando uno a uno los pósters con los que iban a participar en la marcha contra el "contrato de primer trabajo" (CPE), el "hijo" del primer ministro conservador Dominique de Villepin para combatir la falta de empleo juvenil en Francia.

Nadie aún sabe quién saldrá ganador en este "tour de force" entre los jóvenes en la calle que se oponen a la precariedad laboral y De Villepin, que tiene los ojos puestos en la presidencia francesa para el 2007. Pero los estudiantes no lograron reunir a todos los que esperaban en la protesta.

El mismo día en que el CPE se debatió en la Asamblea Nacional francesa, la juventud tomó ayer las calles en París y en otras 150 ciudades francesas para denunciar "la precariedad" y "la falta de futuro" que implica el "contrato basura" para los menores de 26 años. Un recurso propuesto por el gobierno para reactivar una economía morosa y de altos costos sociales para las empresas que deben contratar personal, que aún no ha experimentado las salvajes reglas de la globalización de otros de sus países vecinos y resisten la inseguridad laboral.

Bajo un día gris, helado y con lluvias molestas, 45.000 jóvenes -según los organizadores- y 13.000, según la Policía, partieron de la plaza de la Bastille acompañados por los sindicatos de la CGT, CFDT, Fuerza Obrera y la Unión de Estudiantes de Francia más la Unión Nacional Liceísta. Algunos líderes del Partido Socialista adhirieron a "titulo personal". Allí estaba el ex ministro de Cultura Jack Lang, con aspiraciones presidenciales en la disputadas 8 candidaturas del PS, todo de negro y en diálogo con los jóvenes, en la cabeza de la marcha.

"Siento que debo estar acá porque merezco un futuro para proyectarme y no solo un trabajo donde me pueden echar en cualquier momento. Estos contratos no sirven: sólo fomentan la precariedad", analizó Mark Mahieu, un joven de 26 años, que finaliza este año sus estudios.

A su lado Leticia Albert, estudiante de Derecho y ayudante educativa contratada, defendió la misma posición. "No soy una militante. Pero nuestro futuro no será estable con esta clase de contratos. Los jóvenes queremos un verdadero trabajo", argumentaba. A su lado un anciano agitaba un póster escrito a mano: "Precariedad es igual a Esclavitud" se leía para delicia de los camarógrafos.

Paul Bo, estudiante de Economía, fue aún más concreto. "Viviremos eternamente con nuestros padres. En estas condiciones no podemos alquilar ni un departamento o comprar un auto viejo sin su garantía", reflexionó.

En el 2003, las estadísticas demostraron que más de un joven activo sobre cinco disponía de un trabajo temporario en Francia. Son parte de la "generación precaria", habituada a los contratos de corta duración, a las pasantías impagas a repetición, al interinato. Son ellos los que ven el CPE como otro institucionalizado nivel de incertidumbre y precariedad definitiva. Por eso salieron a la calle junto a los mas jóvenes.

El CPE establece un período de ensayo de dos años, durante el cual, el empleado puede ser despedido sin dificultades por el empleador. Los jóvenes se sienten sin derechos y a merced de los patrones, sin poder hacer valer ni uno solo de ellos. "Con este nuevo contrato los jóvenes se van a encontrar frente a la imposibilidad de construir una vida a largo plazo", explicó el profesor Patrick Cingolani, de la Universidad X- Nanterre y con un libro escrito sobre la precariedad.

Segun Cingolani, "el contrato de trabajo crea una relación disciplinaria en la empresa, instaurando un clima de inseguridad" entre los asalariados.

El gobierno no excluye la aplicación del artículo 49-3, que le permite adoptar el CPE sin debate ni voto. Pero hasta ahora el debate continua y la Asamblea Nacional esta habilitada para sesionar el viernes, el sábado y hasta el domingo si fuera necesario para discutir el proyecto sobre la igualdad de oportunidades, que incluye el controvertido plan.

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