Un beneficio para la minoría: la deducción de gastos educativos en impuesto a las Ganancias

En la sanción por parte del Congreso Nacional del Presupuesto Nacional para el año 2023 se aprobó una nueva deducción en el Impuesto a las Ganancias. La propuesta presentada por el diputado porteño del bloque Evolución, Emiliano Yacobitti, implica más financiamiento a la educación privada y un nuevo beneficio para los sectores de ingresos medios y altos. En otras palabras, es un refuerzo tanto a la inequidad fiscal como a la educativa.

El ranking por Ganancias

La recaudación del Impuesto a las Ganancias sobre las personas físicas representa en la Argentina un 2,5 por ciento del PBI, en línea con Brasil (2,6 por ciento) y México (3 por ciento) y por encima de Chile (1,4 por ciento). En cualquier país desarrollado, la importancia del impuesto es muy superior. En la Argentina son afectados por el tributo algo más del 10 por ciento de los asalariados, sin embargo, el reclamo por Ganancias domina desde hace años la agenda fiscal. Es un impuesto progresivo e indispensable pero ha acumulado numerosas distorsiones que abonan el terreno para aquellos que buscan lisa y llanamente su eliminación.

Alrededor de 1,1 millón de trabajadores pagan el Impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría, que afecta al salario. Representa el 10 por ciento de los asalariados y el 7 por ciento de la población económicamente activa, que incluye también a cuentapropistas, trabajadores no registrados y desempleados.

Ganancias: hace falta un debate serio

Como cada marzo en Argentina volvió a arrancar el “debate” sobre el impuesto a las ganancias a las personas físicas, punto principal del planteo del Paro Nacional del miércoles, en cuyo contexto Luis Barrionuevo se refirió tristemente a Axel Kicillof como “el rusito”. El “debate” vuelve a centrarse entre: la justicia distributiva del impuesto que plantea el Gobierno sin tratar de corregir los problemas de diseño del esquema actual y el planteo de los sindicatos que directamente pretende eliminar el impuesto, por considerarlo injusto, aduciendo que el “salario no es ganancia”.

Contra la corriente

Mientras en la Argentina la dirigencia sindical y buena parte de la oposición reclaman que el gobierno suavice la carga del impuesto a las Ganancias sobre los trabajadores con sueldos más altos, en el mundo se multiplican las voces a favor de un fuerte aumento en el impuesto a los ingresos más elevados, como una de las maneras para combatir la creciente desigualdad.

Impuesto a las ganancias cuarta categoría

La última actualización del mínimo no imponible (MNI), que se realizó en 2013, llevó su valor a $15.000 brutos ($12.450 netos), uno de los valores más elevados de la posconvertibilidad. Considerándolo en términos reales a pesos de 2013, el MNI del soltero sin hijos a cargo arribó a su nivel más alto desde la crisis de la convertibilidad, en tanto que el del casado con 2 hijos permitió recuperar el valor previo a 2012 (año en el que no se había actualizado el tributo) y se posicionó por encima del valor promedio del período 2001-2006 y muy cercano a los del trienio 2009-2011. Solo fue superado en 2007-2008 cuando por las actualizaciones implementadas por el impuesto en ese bienio.