Con la conciencia a otra parte

 

¿Qué esconde bajo la sotana el flamante proyecto de Ley de Libertad Religiosa? Presentado como una “oportunidad de saldar una deuda con la democracia”, en verdad amplía el poder de las instituciones religiosas, mantiene los privilegios de la Iglesia católica y pondera las normas eclesiásticas por sobre las leyes democráticas.

La espada de Bolívar llega al Vaticano

La tristeza nos embargaba. Hugo Chávez, último gran héroe del panteón de la Patria Grande, había pasado a la inmortalidad, tras dejar girones de su vida en esa última campaña que, ominosamente, cerró bajo la torrencial lluvia caraqueña rodeado del amor de su pueblo bolivariano. El poder económico alzaba las copas y brindaba “¡viva el cáncer!”, igual que cuando murió nuestra Evita, igual que cada vez que uno de los nuestros se va.

Un verdadero seleccionado

En Cuentas pendientes. Los cómplices económicos de la dictadura, editado por Siglo XXI, Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky reunieron un equipo de importantes autores para sacar a la luz los casos de complicidad civil y económica, que involucran empresas como Ledesma, Ford, Acindar, Techint o Mercedes-Benz, cuyos directivos están acusados o sospechados de entregar trabajadores que luego fueron desaparecidos, así como organismos creados para extorsionar empresarios poco afines y expropiar sus bienes, como sucedió con Papel Prensa y con los hermanos Iaccarino. La trama se completa con corporaciones patronales agropecuarias o industriales, como la Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas; el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires; los grandes prestamistas internacionales, como el Citibank y el Lloyd’s Bank, que colaboraron con el descomunal endeudamiento del país en ese período; los think tanks como FIEL o CEMA, que aportaron hombres e ideas a la dictadura; sectores de la cúpula sindical; operaciones mediáticas de diarios como La Nueva Provincia, Clarín o La Nación; o la impactante actitud de la cúpula de la Iglesia católica, que, mientras bendecía la represión, aprovechaba los cuantiosos beneficios que recibía de los militares.