“Argentina no tiene que pagar a los buitres”

Mark Weisbrot, director del Centro para la Investigación Económica y Políticas Públicas de Estados Unidos, visitó Buenos Aires invitado por la CNV, el Cemop y el Cefid-AR. Weisbrot mantiene una crítica sostenida hacia la política de los organismos financieros internacionales y las estrategias de los países centrales para sortear la crisis económica, al tiempo que apoya a los gobiernos de América latina que han impulsado políticas económicas heterodoxas. En diálogo con Cash, el economista estadounidense marcó su enfática posición en contra de los fondos buitre que reclaman el pago total de la deuda argentina, analizó la economía de Venezuela y las causas de los aumentos de precios.

Pelea por el minuto a minuto

Sin más escritos que presentar, los fondos buitre, los grupos de bonistas que respaldan la posición argentina y el Bank of New York se disputan los minutos de exposición en la audiencia oral que tendrá lugar el próximo 27 de febrero en la Corte de Apelaciones de Nueva York. La cámara citó al fondo buitre NML y al estudio de abogados Cleary Gotlieb Steen & Hamilton, que representa a la Argentina, a realizar una presentación oral de 15 minutos cada uno. A su vez, los fondos de inversión Fintech y Exchange Bondholders –que quieren argumentar en contra de los buitres– solicitaron cinco minutos para presentar sus posiciones. El martes pasado, el Bank of New York –también a favor del país– había pedido 10 minutos. Entonces la pulseada se trasladó a ese terreno; NML pidió ayer a los jueces que les niegue la posibilidad de exponer a todos ellos o que, de lo contrario, les otorgue más tiempo para su propia presentación.

Para argentinos encandilados

Preet Bharara es norteamericano de origen indio. Se graduó con elogios –magma cum laude– en Harvard College en 1990 y en Columbia Law School en 1993, donde fue miembro de Columbia Law Review. En 2009 fue nominado por la revista Time entre las cien personas más influyentes del mundo. En el 2011 fue nombrado la persona del año por la revista India Abroad.

Reflexiones sobre el terrorismo financiero, su teoría y práctica

Terrorismo y finanzas. Si nos atenemos al Diccionario de la Real Academia Española, el terror es el “miedo muy intenso”. El terrorismo, en una primera acepción, es la “dominación por el terror”; y en una segunda, es la “sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”. Dentro de esta concepción global, a escala nacional o internacional, uno de los tradicionales es el político, cuyos efectos gravosos son conocidos en los tiempos que corren.

Un sistema que habilita el saqueo

El reciente fallo en Nueva York del juez de distrito Thomas Griesa, que la cámara suspendió el miércoles, generó temor incluso entre algunos miembros del establishment. Su miedo es que los lineamientos vigentes para la reestructuración de deudas soberanas se vean comprometidos porque la sentencia premia a los fondos buitre al mismo tiempo que castiga el buen comportamiento de aquellos acreedores que ingresaron al proceso de reestructuración de deuda argentino. Esa es una receta que incentiva a futuro comportamiento de los buitre. Pero hay otra dimensión en la decisión del juez Griesa que el establishment quisiera suprimir.

Buitres de afuera y de adentro

La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) repudia enérgicamente el fallo del juez Griesa a favor de los bien llamados “fondos buitre” que no ingresaron en los canjes deuda de 2005 y 2010.

Es preciso remarcar que esas acreencias no responden a un proceso de inversiones reales, como lo quieren presentar los voceros de la “seguridad jurídica” en nuestro país, sino a movimientos especulativos de gran envergadura que cuentan con la complicidad del sistema de calificadoras de riesgo y están en el origen de la actual crisis internacional.

Griesa y los medios

Si el fallo del juez Thomas Griesa se aplicara, sentaría un precedente que impediría a los países reestructurar sus deudas soberanas. En el caso argentino, si no reestructuraba su deuda hubiera sido imposible que la economía pudiera salir del infierno al que la habían llevado los gobiernos anteriores. Es decir, aquellos que habían tomado deuda, de la dictadura en adelante. Con esa cruz de plomo no alcanzaba con la soja ni con los precios altos de los commodities. Argentina seguiría sumida en una crisis eterna, con la mayor parte de su población en la miseria, incluida gran parte de la actual clase media. Muchos de los comerciantes y profesionales que cacerolean, y muchos de los trabajadores que despotrican por el impuesto a las Ganancias, en gran parte deben su prosperidad a esa reestructuración que hizo Néstor Kirchner de una deuda que él no había contraído.