Gleichheit. Rosa Luxemburgo y las mujeres

Si las luchas del presente se alimentan de los combates del pasado, encuentro oportuno comenzar mi breve texto en homenaje a Rosa Luxemburgo con algunas reflexiones de Nancy Fraser –la activista y profesora de filosofía política de la New School for Social Research de New York- sobre la segunda ola del feminismo y su relación con el actual capitalismo, destructor del estado de bienestar de post-guerra.

Feminismos: una revolución que Marx no se pierde

La relación entre el marxismo y el feminismo ha sido abordada al menos desde dos lógicas: la del amor romántico y la de la supuesta ceguera de Karl Marx sobre la cuestión de género. La celebración del bicentenario de su nacimiento ofrece una oportunidad de revisar esas figuras y explorar nuevas lecturas de un vínculo de indudable productividad. Es necesario, para eso, sortear los reduccionismos que acechan a ambas tradiciones (marxista y feminista).

Típico de machirulo

“Machirulo” es una palabra nueva introducida por la marea feminista. Señala al micromachista que celebra que las mujeres luchen pero cree que se les va la mano, le irrita el lenguaje inclusivo y le hincha el pañuelo verde de las pibas pero sabe que no puede decir nada. Además, el contexto en el que se hizo viral evidencia una descalificación histórica que emparenta la locura con la portación de útero.

El aluvión feminista

 

No se la vieron venir. O sí, y por eso los gestos coreografiados: el “vía libre” para debatir el aborto y el súbito interés de Mauricio Macri por la brecha salarial. Cada vez que convoca, el movimiento feminista en la Argentina rompe sus propios récords. Este Paro Internacional feminista, ya instituido como tradición del 8 de marzo, albergó sólo en Buenos Aires una marea de más de 500.000 personas, todas y cada una de ellas en expresa oposición a los gobiernos neoliberales locales y globales y a los modos nada sutiles con los que el patriarcado y el capitalismo se solapan en la vida social y en cada cuerpo individual.

Del otro lado de la huelga del 8M: Visualizando la interrupción social desde el feminismo

 

Muchas de las llamadas “huelgas generales” no han sido tales, hoy podemos entender su parcialidad. De igual modo, muchas de las huelgas que se han dado en el mundo no han entrado en el canon al no ser suficientemente inteligibles respecto del paradigma de la huelga productiva. Pero ahí no acaba todo.

M8: Emakumeok planto! (¡Nosotras paramos!)

 

El 8 de marzo las mujeres nos plantamos, nosotras paramos. Huelga feminista. Es el eslogan elegido por el movimiento feminista de Euskal Herria para unirse a la iniciativa internacional de la huelga feminista. Se retoma el llamamiento del año pasado, donde mujeres de más de 70 países convocaron una huelga internacional de mujeres ante un mundo que sigue generando múltiples formas de violencia y desigualdad contra ellas.

¿Qué más nos recuerda el #MeToo?

 

El discurso de Oprah Winfrey en la premiación de los Globos de Oro el pasado 7 de enero se ha colado como agua en todos los resquicios de los medios de comunicación. Oprah lidereza de denuncias contra el abuso sexual, Oprah se lleva el verdadero premio de los Globos, Oprah pone a llorar a la audiencia que la aplaude conmocionada, Oprah próxima presidenta de los EE.UU., u ¿Oprah próxima presidenta de los EEUU?

Si pasa el temblor

 

En estas notas a propósito de La verdadera vida. Un mensaje a los jóvenes, de Alain Badiou, la ensayista y narradora María Pía López encuentra el punto de fuga en los movimientos feministas del presente –heterogéneos, populares, interseccionales– tanto a los vaticinios del filósofo que vislumbra un posible triunfo del feminismo liberal que tomaría el bastón de mando del capitalismo, como al imaginario de la exitosa distopía de Margaret Atwood, El cuento de la criada, donde lo que sigue a la rebelión es la servidumbre reproductiva y doméstica.