Evo y Bush en camino a la reconciliación

Van quedando atrás las arengas contra el imperialismo norteamericano y la criminal política exterior de George W. Bush que destacaron en el discurso electoral del MAS. Desde la victoria del 18 de diciembre, el presidente Evo Morales atempera sus opiniones respecto a su colega norteamericano, mientras que el Vicepresidente Alvaro García Linera se encarga personalmente de limar fricciones y tender puentes con Washinton. Redacción Bolpress

Desde la primera reunión que sostuvieron Evo Morales, Álvaro García Linera y el embajador de Estados Unidos David Greenlee en el domicilio del diplomático, el 2 de enero de este año, la relación ha ido viento en popa. El funcionario norteamericano ya es un habitúe del palacio de la Vicepresidencia (se le ha visto en las oficinas de García Linera al menos tres veces en las primeras dos semanas de gobierno) y se comenta que la diplomacia del norte no ahorra elogios para referirse al Segundo Mandatario.

El trabajo que realiza García Linera con los diplomáticos del norte comienza a dar resultados concretos. Este miércoles 1 de febrero, el presidente Bush llamó a Evo por teléfono para felicitarle por la contundente victoria electoral y para ofrecerle ayuda.

Pero el viraje de las relaciones diplomáticas se manifiesta nítidamente en la política antidroga. En la campaña Evo se presentaba como la peor pesadilla de Bush y ahora no duda en convocar a su colega norteamericano para luchar frontalmente contra el tráfico de cocaína, no de coca. El cambio de la premisa "cero coca" por "cero cocaína" modifica profundamente la orientación de la política antidroga boliviana. En principio Estados Unidos no comulgaba con el cambio, pero luego cambió de postura.

El representante de la oficina antinarcóticos (NAS) de la embajada de Estados Unidos en La Paz, William Francisco III, hizo suyo el objetivo de "cocaína cero" y ya no "coca cero", acercándose sin dudar a la posición del Presidente Morales. "Para nosotros la lucha no es contra la coca, sino contra la cocaína. Sabemos que ustedes utilizan la coca desde época milenaria por sus cualidades medicinales, nosotros sólo les ayudamos en la lucha contra el narcotráfico", declaró Francisco III.

Podría pensarse que Estados Unidos redujo la ayuda para el combate contra el narcotráfico de 90 a 80 millones de dólares anuales porque el gobierno de Morales se empeña en defender el cultivo del "cato" de coca (1.600 metros cuadrados) por familia en Chapare. Pero no hay duda de que el gobierno norteamericano está complacido con los ofrecimientos cocaleros. En el trópico de Cochabamba rige la "autorregulación" de la producción y los sindicatos anuncian que los cocaleros descubiertos en actividades ilícitas serán expulsados de la zona. "No podemos prescindir de la ayuda internacional, tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea para la lucha contra el narcotráfico", ha declarado el viceministro de Defensa Social Felipe Cáceres, el nuevo zar antidroga que antaño fue alcalde de Villa Tunari, la capital de la coca en Bolivia.

El Canciller David Choquehuanca no oculta su optimismo porque, "como nunca", la comunidad internacional apoya el proceso de cambios de la actual administración, incluido Estados Unidos. Prueba de ello es el reciente contacto telefónico que buscó Bush con el Presidente Morales.

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