Estanflación: parate industrial, brutal pérdida salarial y caída del consumo (II)

El uso de la capacidad instalada mostró en diciembre un derrumbe de características históricas. Según el INDEC, el entramado productivo local produjo a apenas un 54% de sus potencialidades cuando, un año atrás, lo había hecho en un 63,8%. En noviembre el indicador se había ubicado en el 66,4% resignando 12 puntos porcentuales en apenas un mes. El promedio de los 24 meses anteriores había sido del 66,6%. Para encontrar un uso de la capacidad instalada tan bajo es necesario recalar en los meses que van de marzo a junio de 2020, en los que osciló entre un 42% y un 53,3%. Se trata de los registros del peor momento de la pandemia y las restricciones a la producción que, además, tenían alcance global. Por fuera de este período, es necesario retroceder a la crisis de 2001 para encontrar niveles de recesión industrial semejantes. Estos niveles de producción adelantan una caída del empleo. 

Estanflación en Occidente y disputa por las materias primas en un mundo en guerra

En California, Estados Unidos, el litro de gasoil llegó a pagarse la exorbitante cifra de 2 dólares por litro, en un mercado que tradicionalmente tiene precios por debajo de la media mundial. Por su parte, la gasolina llegó a aumentar 60% en un año, aunque ahora esté retrocediendo junto con la caída de la demanda. Del otro lado del Atlántico la situación es más preocupante. Los precios del gas al mayoreo en Europa se acercan en promedio ya a los 200 euros por megavatio hora, frente a los 25 euros antes de la crisis. La inflación en Estados Unidos se situó en junio en 9,1% anual (cuarto mes consecutivo por encima del 8%) y en Europa 8,6%.