En Noruega, el 40% de quienes integran los directorios de empresas deberán ser mujeres

Redacción Clarín

El primer día del año -y desoyendo la feroz oposición de muchos empresarios noruegos- el gobierno de izquierda de Noruega puso en práctica uno de los intentos más radicales de lograr la igualdad sexual: exigió que, en los próximos dos años, el 40% de los miembros de los directorios de las compañías privadas importantes que coticen en Bolsa sean mujeres.

"La decisión del gobierno es tender a que las mujeres tengan un lugar donde está el poder, donde se genera el liderazgo en este país", dijo Karita Bekkemellem, la ministra de Niños e Igualdad de Noruega. "Queremos establecer un ejemplo para otros centros de la sociedad".

Bekkemellem está satisfecha con los primeros resultados. Ya en Noruega, por ejemplo, aparecieron bases de datos donde miles de mujeres que buscaban puestos gerenciales publicaron sus nombres y experiencia previa, y cualquiera de las 519 empresas privadas afectadas pueden buscar posibles miembros de directorio.

Las compañías que reclutan ejecutivos están muy ocupadas satisfaciendo la demanda de mujeres con experiencia empresaria. Ya en los últimos dos años, antes de que se implementara la ley, la representación de mujeres en directorios corporativos aumentó de alrededor del 8% al 16%.

Sin embargo, el hecho de que el gobierno de Noruega creyera necesario fijar una cuota de mujeres en los directorios de las empresas y la implementara en carácter de ley -la pena por incumplimiento es la disolución de la empresa en falta- refleja una realidad de la vida europea.

Es que los principales países de Europa no están promoviendo demasiado a las mujeres a puestos de poder dentro de las empresas. Tampoco satisfacen otros tipos de diversidad, especialmente racial y étnica.

Un estudio sobre 450 empresas europeas realizado por el Aspen Institute de Italia determinó que las mujeres y las minorías "están haciendo incursiones lentas" en Gran Bretaña y Escandinavia, pero "todos los países encuestados tienen una cantidad ínfima de hombres no blancos en los puestos ejecutivos jerárquicos, si es que hay alguno". Sólo 2 de las 75 organizaciones británicas encuestadas están conducidas por mujeres, según el estudio. De las 450 compañías, sólo una, Vodafone de Gran Bretaña, estaba liderada por un integrante de una minoría étnica.

Si las mujeres, al menos numéricamente, están bien representadas en otras áreas de la vida como el ámbito académico, la televisión y la política, ¿por qué no en los negocios? Alrededor del 40% de los estudiantes de las escuelas de negocios de Noruega son mujeres. ¿Por qué tan pocas mujeres ocupan puestos en los directorios?

La respuesta noruega es clara: el club de directorios corporativos masculinos no quiere admitirlas. La ley sobre igualdad sexual en las empresas, adoptada a fines de 2003 por el anterior gobierno conservador, fue implementada este año porque fallaron las medidas voluntarias para aumentar la representación de las mujeres en las empresas y se consideró necesaria cierta coerción legislativa.

Trygve Hegnar, editor y dueño de un diario financiero, Kapital, es uno de los fuertes opositores a la ley y sostiene que exigir una igualdad absoluta no funciona en el mundo real. Es más, dice, va en contra de los principios de una sociedad libre decirle a los empresarios privados a quiénes deben poner en sus directorios.

Traducción: Claudia Martínez

Fuente: Clarín

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