Estados Unidos: el secreto del éxito de Donald Trump

Donald Trump va ganando las primarias presidenciales a un ritmo tal que parece probable que se convierta en el próximo candidato designado por los republicanos y acaso en el próximo presidente. Los demócratas escasamente llegan a comprender por qué va ganando, y ganando cómodamente, y hay incluso muchos republicanos que no pueden verle como republicano y tratan de pararle, pero no saben cómo.

Dos notas sobre las elecciones presidenciales en EE.UU.

Lo que nos dicen las victorias de Bernie Sanders y Donald Trump en Nueva Hampshire

Oirán ustedes a los expertos analizar las primarias de New Hampshire y concluir que los “extremos” políticos ganan enteros en la política norteamericana, que los demócratas se han movido a la izquierda y los republicanos se han ido a la derecha, y que el “centro” no aguantará.

Todos con el culo en la pared

Perdón por el exabrupto popular. Machista y políticamente incorrecto. Lo admito. Por eso, recalculo (disculpas, otra vez): partamos, antes que nada, con la satisfacción de que estemos celebrando una nueva elección en plena democracia. Bien por nosotros. Nada ni nadie nos va a bajar de la convicción de que por acá, por estos imperfectos pero perfectibles medios y estos saludables fines, pasa nuestra posibilidad de construir una sociedad en unión y libertad. El que gana gobierna y el que pierde se la banca.

"Dos modelos en pugna"

El 22 de noviembre próximo, la ciudadanía argentina deberá optar entre dos modelos antagónicos de país. Por un lado, la CONTINUIDAD de un proyecto de inclusión proponiendo cambios y por otro un CAMBIO que supone fuertes modificaciones para la economía que se ha venido desarrollando durante estos últimos 12 años.

En medio de esta puja, compartimos el debate que nos ofrecieron el 5 de noviembre Alejandro Rofman y Aldo Ferrer organizado por el IADE y coordinado por Marisa Duarte.

“el desafío es decidir desde que visión de país resolvemos los desequilibrios económicos”

De cara al balotaje que definirá un nuevo gobierno el próximo 22 de noviembre, el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE) realiza este jueves una charla debate que contará con la presencia del economista y ex embajador argentino en Francia, Aldo Ferrer y el investigador del CONICET, Alejandro Roffman.

Entre la continuidad y el cambio

Continuidad con cambios. O Cambiemos. Esas parecen ser las alternativas que, en materia económica, presentan el Frente para la Victoria y la alianza Cambiemos, los dos proyectos que concentraron la mayoría del electorado y se medirán en segunda vuelta el 22 de noviembre. Y es que mientras que el programa del espacio político liderado por Mauricio Macri promueve fuertes modificaciones para la economía que se ha venido desarrollando durante el ciclo kirchnerista, para el candidato oficialista Daniel Scioli se trata de “continuar con todo lo construido en estos doce años, seguir profundizando lo que se hizo bien y cambiar los errores que tuvimos”.

A triunfar con Scioli

Hoy estamos, por cierto, golpeados; muy golpeados, pero no vencidos. El conservadurismo, que evidentemente también recogió muchos votos de los sectores populares, está de fiesta lanzando sus “despolitizados” globos, a diestra y siniestra (perdón, por lo de siniestra).

Mil interpretaciones habrá sobre lo sucedido: triunfo de la antipolítica; errores con la designación de tales o cuales candidatos; algunos personajes por cierto impresentables; desencantos y tristezas de los propios; reactualización de principismos abstractos desde el mismo campo del amplio espacio del kirchnerismo y/o de los “progresistas” o “de izquierda”.

Lo cierto es que la derecha, apoyada como siempre de manera transnacional, pudo nuevamente avanzar para poner al país ante la posibilidad de retroceder hacia la terrible década de los 90, donde se sufrió tanto y se perdieron tantos derechos. Los derechos que se recuperaron a partir del 2003 y los muchos nuevos que se concretaron no fueron suficientes para evitar el refortalecimiento de las perspectivas neoliberales.

La aristocracia del dinero y las elecciones en Tucumán

La Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Tucumán, mediante un fallo por unanimidad revocó el dictado por la Cámara Contencioso Administrativo de dicha provincia, la que había sostenido la nulidad de los comicios provinciales realizados el 23 de agosto. Con la sentencia de la Corte provincial el pueblo tucumano recuperó su soberanía y derechos políticos, y se preserva la supremacía de la Constitución Nacional y la Constitución de la Provincia de Tucumán.

Sin embargo, dado que aún se puede recurrir a la Corte Suprema de la Nación la que en tal caso tendría la palabra final, no podemos dejar de observar la trama del fallo revocado que en forma arbitraria sin sustento normativo aplicable al caso, adoptó tal decisión invocando en esencia prácticas “clientelares” y “fraude estructural”. Presupone que el pueblo de Tucumán carece de discernimiento y se encuentra en situación de “desamparo”. Ciertamente fue un golpe contra la democracia y la voluntad popular de todos los tucumanos que fueron a votar. Casi podemos individualizarlo como una de las facetas de lo que se conoce como “golpe blando”, operativo de un plan desestabilizador con derivaciones que exceden el ámbito provincial. Su argumento es que el contexto político-social de Tucumán contamina la esencia del sufragio. ”Qué significa, que los pobres son idiotas, no saben votar, que hay que prohibir el voto de los pobres o de los provincianos”? Como señaló Cristina, “eso es una Argentina predemocrática”. La lógica estricta que nutre al fallo de la Cámara Contencioso Administrativo es proclive al voto calificado.

Israel: consecuencias postelectorales de la victoria de Netanyahu

Los resultados electorales dan ganador a Benjamín Netanyahu por un margen mayor al que todos creían. Cuatro bancas de diferencia en la Knesset es mucho para la realidad política israelí. En consecuencia, Bibi armará su gobierno en un mosaico de partidos que van del centro derecha a la derecha extrema, con una consigna clara: no habrá Estado Palestino.

A pesar de las resoluciones de Naciones Unidas y de todos los acuerdos firmados, el día final de la campaña electoral el líder del Likud jugó su última basa contra la creación de una Palestina libre, pero no sólo por razones electorales; el clima regional y global fueron los habilitantes para que Netanyahu pateara el tablero, las hojas de ruta y todos los acuerdos desde 1948.